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lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Cual es tu misión?

Mi misión es llegar a la vejez sabiendo que la mitad de los sueños que tenía con 16 años no se han cumplido. Sabiendo que he cumplido todo (o casi todo) lo que me propuse hacer en la vida y que a la vez el invierno no ha podido conmigo. Haber sacado todas las espinas que me hicieron fuerte y con las que me pinché antes de hacerlas mías y haberme dejado ser vulnerable. Haber vencido aun sintiéndome desnuda. Mi misión es haber escrito cada noche hasta que mis párpados no hayan podido aguantar más el peso de mi mirada; haberla hecho menos expresiva. Haber superado los veranos sin tostarme y haber tocado el sol sin quemarme. Quedan pendientes las noches eternas subida a un par de andamios por zapatos y más mañanas con resacas de verano. Mi misión es haber vivido como nunca imaginé y haber crecido como nunca quise; haber tomado más decisiones correctas que incorrectas para poder dormir tranquils por las noches. Haber pedido perdón y no haberme callado ni una. Haber cerrado los ojos y haber flotado; morir frente al mar aunque esté físicamente nuy lejos. Mi misión en esta vida es respirar tranquila confiando en que el último soplo de un suspiro me lleve suave hasta el siguiente; haber sido pura de espíritu, corrupta de cuerpo y perdida en mi mente.

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