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sábado, 31 de agosto de 2013

Ahora sé que es un arte eterno.

Estoy harta de los que creen que esto es una moda y se unen sin saber lo que implica. Si escribes te arriesgas a mostrar tu alma, a dar al mundo el poder de descifrar tus palabras y entrar en tu cabeza. Buscando la pureza puedes volverte loco y perder la elegancia.
¡Atrévete a gritar!
Empezar a escribir es el principio del mejor de los suicidios. Cuando la verdad te atormente, nadie te juzgará como tu propia conciencia y esta solo podrá hablar si le das la oportunidad. Me he cansado del maltrato a las palabras por parte de los imbéciles con complejo de poeta; de las insinuaciones de las actrices con complejo de musas. Escribir es un derecho y no un deber, cuando intentan crear rascacielos de la nada me acercaría a ellos con sigilo para despues gritarles al oído que el fín de esto no es rozar las nubes sino hacerlas tuyas sin llegar a poseerlas. Les vendaría los ojos y les hablaría de la locura de los que acaparan y hacen suyo todo lo que ven. ¿De qué te iba a servir el agua del mar si la hicieras tuya? Sin viento no habría olas, ¿serías tan egoísta de someter a las olas? Si pudieras poseer el agua del mar al final solo tendrías agua salada. A veces quisiera poder expresar con claridad que escribir es una pasión congénita que nunca se domina, que los escritores que se vuelven locos acaban hundiéndose en la mediocridad y en la falta de elegancia; ¡acaban perdiendo su toque! Estoy harta de que me encasillen como 'seguidora de un movimiento sin futuro' cuando no saben que escribir es como el peor de los venenos y como la penicilina a la vez. Pierdo todos mis respetos cuando pierdo los nervios y me adentro en la tentación de los argumentos inválidos y las órdenes sin fundamento, escribir es aprender a crearte. Escribir es delicadeza. Es hacer bailar las palabras al son que necesites; dominarte en el momento en el que más salvaje eres. Escribir por escribir debería ser un delito.
Escribir no solo es juntar palabras. Todo el mundo escribe. Diariamente, en el trabajo, en la lista de la compra, en un crucigrama. Pero escribir también es cerrar los ojos y soltarte, escribir es desahogarte cuando no te quedan lágrimas que llorar o cuando simplemente no puedes dejar que te vean llorar. Escribir es plasmar sobre un folio las fuerzas que no tienes para así autoconvencerte de todo lo que eres capaz. Escribir es calmar la tormenta de tu cabeza o provocarla. A veces ambas cosas. Escribir por escribir es escribir. Pero escribir por el placer de escribir es mas que escribir.

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