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domingo, 24 de noviembre de 2013

Adjudicada.

Me dijo que me compraba la voz, que después de aquella noche mi silencio no le iba a dejar vivir y me ofreció cualquier cosa por mi voz. Y se la di, se la regalé a cambio de nada, lo cual es muy diferente de no pedir ninguna cosa a cambio. La nada es demasiado. "Adjudicada", le dije. Y me llamó loca, no lo dijo con palabras pero lo ví en sus ojos y en su expresión de sorpresa. No le había puesto ningún precio y yo había acpetado. Pero ¿para qué iba yo a querer mi voz si grito callada? Con mis manos y un papel me basta. Con mi cabeza y las noches en vela me basta. Con las batallas contra mí misma me basta. Y ahora ya no hablo, ¿para qué? Ya no queda nada importante que decir, y si algo asoma lo gritaré y me aseguraré de que todos me oigais aunque ya no tenga voz. Mientras tanto emplearé mi tiempo criando textos que mueren como nacen: desnudos.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Yo vine a twitter por el porno.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Quiero mentiras de jarabe que sepan mal, que me sienten bien

No hay restos, ni humo. Pero claro, es lógico, no hubo ningún fuego, hubo aceite en las heridas. El aceite no escuece, ni cura. No fue vinagre, asi que no avanzamos nada, nos quedamos estancados y a día de hoy ahí seguimos.
Se ha proyectado una película, pasiva refleja, clara como la imagen del espejo, hablemos de reflejos. Nítido y superfluo, asi era el mío, observando al tuyo desde la lejanía. De espejo en espejo hasta llegar a la claridad de tu cristal. Y se lanzó a nadar. Y superfluímos a la vez como en aquella canción del violdores del verso. Ya que lo mencionas, tus versos si eran buenos. Eran fondos camuflados al desnudo, sin escondite, acorralantes como acorrala el zorro a los conejos. Bailamos un tango, tango, tengo tango, tengo, vaya unas ganas te tuve. Una lástima, menos mal que esto es solo un cuento y hablamos en un caso hipotético. Porque ese era el trato con la vida, no puedo hacer negocios de otra manera; es lo que tiene este mundillo de los corredores de apuestas en las carreras de tortugas. Y no, no me llames rara que a ti te van los caracoles, que entre correr y derrapar, ni lo uno ni lo otro, ni lo tercero ni aquello de allá. Dijeron que estaba mal de la cabeza y que debía encontrar cordura, pero no lo ví nunca claro, y mira que busqué explicaciones hasa en las piedras. Asi que como única solución colgué la locura en la L de claridad y ahora cojea, cojea ella, cojea el agua clara y cojean los colgados. Cojos todos, raros todos, todos raros no tiene sentido. P implica a Q, pero Q implica noP. Lo siento, pero no me cuadra, ni a mí ni a nadie. ¿Acaso tú le vas a encontrar un sentido? Otro tonto que se va buscando lógica. Como aquella otra canción de día sexto en la que 'Y en la cárcel no habrá loca que entienda a este loco revolucionario mejor que tu boca'
Me he propuesto rebelarme contra ti y contra el mundo, esa revolución si que hará historia y no la francesa. Que poetas los del 'Somos tú y yo contra el mundo'. Que poeta yo hace un par de meses. Que poeta yo ahora con mis versos
"Si me dejan, ahi estaré,
pero si no me dejan también saltaré.
Voy a hilar esta aguja con voluntad
para poder coser dedo a dedo
cada capa de falsedad
que recitas y anhelas como tu credo"
Tu propio credo. Como la iglesia engaña al pueblo, cierto es.
"Pas de sense!" sin tildes, tal cual lo ves, tal cual lo ves. Baja, baja. Baja de las nubes o te bajaré de un disparo, el que avisa no es traidor; yo no mato pájaros, ni robo vidas, ni robo almas, ni armo calmas. Más bien las destruyo y ahora vivo en un no-parar continuo, aspirando a algo más que respirar, a algo más que a aguantar, más que a volar.
¿Que fácil odiar eh? Que fácil decir lo decepcionado o decepcionada que estás y que difícil ponerse un poco en la piel del otro. Me han juzgado demasiadas veces sin pensar en qué puedo hacer, tantas que una más me ha dado igual. Desde tu lado es más sencillo, nunca tienes que elegir, siempre acabas en la tangente. Pero no en la tangente a la curva, no derivas de nada, pedazo de iluminado o de iluminada, acabas en la tangente a los problemas: los rozas, te metes, haces que serás eterno y sigues a otra cosa en cuanto se acaba tu interés. Eso también es egoísmo.
Esto está empezando a ser demasiado inteligente, y se suponía que sin vinagre no tenía por qué salir el rencor. Ignora ese reflejo de madurez y volvamos a perseguir los segundos, que de momento nos ha ido bien.

martes, 19 de noviembre de 2013

¿Qué es seducir?

Camina, camina segura, sin pies, sin manos, sin cuerpo, una figura perfecta, negra, blanca, redonda, fina, alargada, delgada, esbelta y esférica. Curvas de circulo, sin un ápice de irregularidad. Sobre una línea, sobre otra, en los espacios y en el vacío. Cuando se mira al espejo sabe que no hay vida sin ella, y con más razones que nadie se come el mundo bocado a bocado. Cada dentellada es un grito desgarrado, quien la oye pierde el ritmo del palpitar cardíaco y pasa a ser preso de su voz. Su voz, triste y famélica, alegre y reluciente, suave y limpia, arrastrada, moteada, grave y profunda, aguda y leve, prolongada. En su voz la lluvia, en su voz la nieve, en su voz las nubes, en su voz el comienzo y en su voz el final. En su voz el mundo y el funcionar del tiempo.
Como la mano de una madre, presente en los momentos de soledad, el eco de sus pasos es capaz de adormecer hasta los gemidos. Los más ancianos ya hablaban de ella como la musa de los artistas; no la musa de poetas, ni de pintores, ni de autores de poca monta con lavia y habilidad en la pluma, los artistas. La musa de los traductores del alma.
Si me preguntan, la imagino persona. Más mujer que hombre, pero persona sin hurgar más allá. Sin distinciones, con los rasgos de su estirpe. Con los dedos de los arpistas, la calma de los pianistas y el temperamento de un violinista. La templanza de los directores de orquesta, el ritmo de los bajistas, el trabajo de los guitarristas y la pasión de cualquier saxofonista. La fuerza de los baterías, la determinación de todo aquel que lo ha intentado.

Al andar retumba el mundo; a cada palabra que ella pronuncia todos están expectantes. Ella ve a través de ti y te encuentra vayas donde vayas, te escondas donde te escondas. Ella mata, ella recrimina y ella grita tus seretos a los cuatro vientos, pero créeme que nunca querrás venganza.
Ella conoce.
Ella inventa.
Ella crea y ella destruye.
Ella nace y para el tiempo.
Ella duerme y teje las pesadillas.
Ella enseña, ella incita, ella desde las sombras.
Ella el ángel y el demonio, el yin y el yan, el blanco y el negro; ella clave y compás.
Ella, la música, la seducción como ejemplo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Virtuoso

Hoy siento la imperiosa necesidad de hablar de semejante virtuoso al que siento la imperiosa necesidad de gozar: don Juan Carlos Miralles, virtuoso bajista de élite que no hce sino derretir mi alma cada nota que sus suaves dedos propician en ese bajo de sonido dulce o agresivo, según lo que su destreza le lleve a expresar en cada momento. Sin duda sabe conmoverme con su música,y conmoverse, pese a las zoRras manipuladoras que le atosigan. Anhelo una nueva actuación en directo cuando no ha terminado la anterior, y es que su estremecedor sentimiento bajo en mano es irremediablemente contagioso, y adoro esa forma tan sensual que tiene de sujetar la púa con sus dulcemente dibujados labios. Y qué decir de su slap, jamás vi nada igual, y no puedo expresar con palabras la agresividad y pasión que transmite ese sonido percusivo. Es sencillamente increíble. Un virtuoso.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Despedida indefinida de un "hasta siempre"

Limitada por la nostalgia y paralizada por los calambres.
"Cuando todo empezó creía que podría ser espuma de las olas y fluir. Estaba segura, la verdad. Cuando las palmeras se agitaban y se tambaleaban sabía que no volcarían. Habría apostado todos mis escalofríos y las cosquillas a que nunca iban a quebrar, a que después del caos iba a amanecer. Del sólido recuerdo grabado con llamas rojas"
No pienses que no voy lo a echar de menos, siempre voy a recordarte con los ojos de quien un día te admiró, de quién apostó todo por ti y se arruinó. Seguiré estando ahí si necesitas que alguien te salve la vida y en caso de máxima urgencia, pero no volveré a ser 'tan yo'. No volveré a prometerte un "hasta luego" porque no hay más. Perdóname, te pido sinceras disculpas por abandonar cuando te prometí aguantar, pero esa palabra me está matando y parece que disfrutas. No es un adios, ni un reproche, es una súplica. Seré breve, no te impacientes que ya me voy. Me quedé, me quedé a pesar de todo y lo hice porque quise, y no porque te lo debiera ni porque eso fuera lo correcto. Podría mentirte y decirte que espero que sufras y que lo pases mal, que espero que pierdas a alguien y tu cabeza no pueda más, pero lo único que haría sería engañarte y, aun peor, engañarme a mí.
Parece que lo ves como algo fácil; quiero pensar que también para ti es difícil pero que tú eres más fuerte. ¿Cómo puedes dejar hasta de mirarme? ¿Cómo te has rendido tan pronto? ¿Cómo has dejado que esto pase? Ahora todo está claro. Parece que lo estabas deseando, pero prefiero pensae que no es así. Personificaste la confianza, te abriste paso a codazos y llegaste hasta el final, lograste que yo acudiera a ti. ¿Qué vas a hacer con los recuerdos? ¿Te los vas a fumar, tal y como dice la gente moderna o qué? He jugado mucho tiempo, me volví ludópata de ti y arriesgué demasiado. Ni te imaginas lo que he llorado, lo difícil que ha sido para mí el seguir caminando y cambiar de manera de verte solo porque no me compensaba perderte. Nunca te harás una idea de lo mucho que me has enseñado; pero hasta aquí he llegado contigo. Me da igual lo que pienses de mí, tengo la conciencia tranquila. Me encantaría poder decir que te odio pero creo que no llegaré a eso; no me importa si te estoy decepcionando o si hay algo que admiras de mí, por mí puedes tacharme como enemiga pública. ¿Cuántas cosas has camuflado por no tener el valor de enfrentarte a mí? Puedes callártelas para siempre, no quiero oirlas. Puedes gritarlas al amanecer, que puedo asegurarte que no las escucharé. No volveré a aprender de tí, te cierro mi alma. Te cierro mis recursos, mis palabras y te cierro mis consejos.  El alma me pide tregua, me pide aire, me voy a respirar. Disfruta del placer de haber logrado lo que tanto te ha costado.
Un cordial saludo, nos veremos en la cumbre.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Guts.

No sé que ha pasado ni como ha llovido tanto, pero me comprometo a matar mi curiosidad y no buscar una explicación si prometes volver y poder volver a dedicarme esa canción.
Yo te quería. Búscale todos los sentidos, porque te quería matar y te quería a matar. Del derecho y del revés, para morir y para arriesgar, para reir contigo y llorar por ti, para brindar y para ahogarme. Yo te quería como un amigo quiere a otro, como Pepito Grillo quiere a Pinocho, te quería como Nala a Simba.
Yo te quería.
Te quería cada día y ahora solo pasan los minutos.
Yo te quería.
Te quería tanto que estaba segura de que no iba a poder aguantar.
Yo te quería.
Te quería, a secas.
Y ahora todo parecen farsas y dramas comédicos. Ahora no puedo volver a quererte; me alegro en uno de los sentidos y te pierdo en el resto.
Esto no me compensa.
Si esto es crecer me niego a seguir.
Si esto es doler me niego a sentir.
Y si esto es perder, entonces me niego a ganar.

martes, 5 de noviembre de 2013

Y si te vas, me voy por los tejados

"¿De dónde vienen los sueños?

Los sueños vienen de nosotros mismos, ¿por qué no íbamos a poder dominarlos? Quiero crearlo todo, quiero dominar mis pasiones y crear mi erotismo, quiero evadirme, saber, conocer, alcanzar, quiero crear mi propio infierno y perderme. Inventar mis demonios y ser su reina. Quiero escribir prosas inmortales y recorrerlas de arriba a abajo como hacían los poetas de antaño. Quiero hacer poesía y quiero tintarla de rojo. Por querer, quiero querer y no quiero dejar de hacerlo, pero quiero querer parar y querer seguir, y necesitarlo, y querer morir por lograrlo.
Y sí, veo lo que quiero ver, ¿para qué te voy a engañar y decir que hago de tripas corazón y veo lo duro del día a día? No, querido, la mejor droga que he probado es mi imaginación. Y en los recodos de tu alma ya no hay luz sin mi oscuridad, no hay perversión sin mi inocencia y no hay ni un rincón de ti sin mí; adelante, rétame si te atreves.
Hoy estoy dispuesta a dejar que me destruyas, que me desarmes y me empujes a la nada, que me robes la pistola y me hagas pedir piedad. Hoy estoy dispuesta a liberar a mis rehenes, a firmar cualquier tregua y a imaginar cualquier cosa porque hoy estoy dispuesta a avanzar un poco más. ¿Recuerdas cuantas veces he caído en ese hoyo? ¿recuerdas como he salido? Yo ya comozco el camino de memoria, pero no te atrevas a decir que soy débil, o tendremos una guerra sin piedad, sin rehenes ni tregua; con las peores armas y las mejores defensas, y en esa solo estoy dispuesta a ganar."

Legados de otoño.

Le miró a los ojos y lloró. Lloró con lágrimas, como llora todo el mundo. Sintió su pecho combulsionar y le faltaba el aire, pero esa noche sintió que moriría de tristeza. Que le expliquen como se supera un abandono, una elección, que le expliquen de que va el juego de los dados.
Puede sonar típico, pero ahí fuera llovía y hacía frío, y el olor a noviembre le calaba los huesos. La noche idónea para llorar. No hicieron falta palabras, y aunque no le conocí, estoy segura de que necesitaba que alguien le explicara por qué quería lo que más le hería. ¿Por qué se encerraba y se reprochaba hasta la forma de andar? Tanto dolor le acabaría destruyendo y el mundo dejaría de conocerle. Un tesoro perdido en la ignorancia de saber que lo cambiante hechizó a lo permanente hasta el letargo incongruente.

viernes, 1 de noviembre de 2013

"Soy rojo en una versión lasciva del color"

Querido viejo amigo, no pienses nunca que te abandono. Después de tantos besos de tres, tantas sonrisas ideales en fotos y de tantas huellas en papel, siempre serás parte de mi identidad. Ahora mismo, siento que intentan secuestrate, pero despues de dos años conmigo, eres solamente mío; pagaré cualquier rescate.
Viejo amigo, tú eres grande entre los grandes, gigante entre los molinos, y nunca ninguno podrá eclipsarte, pero he decidido guardarte como mi arma secreta, solo para las batallas importantes. Como una buena estratega he pensado que si siempre luchamos juntos no venceremos a enemigos mayores (y créeme que en los tiempos que corren tenemos muchos), asi que deja que intenten usarte, que fracasen y se vuelvan locos intentanto dominarte, el arte del rojo. Mientras, yo esperaré sentada a que vengan, y solo entonces tú y yo ganaremos.

"Noche"

La verdad es que volaba. Todo el mundo decía que eran imaginaciones mías, pero yo estaba segura de que volaba. Fue un momento de valentía en el que lo enfrenté todo y cambié de opinión con respecto a todo. Y sí, perdí mis llaves, perdí el dinero, el móvil y hasta un zapato de tacón, lo perdí todo menos el respeto a mí misma, que estoy hecha a partir de cenizas. De los restos de lo que un día brilló, de los escombros. Resurjo y vuelo. ¿Y quien va a impedírmelo? ¿Tú? Si digo que volaba, es que volé, y si lo digo con palabras, razón de más para creeeme.
Hoy quiero decirte que bajé, y dormí, y soñé.
Soñé lo que era no sentir, y más que un sueño era una realidad difusa. Una pesadilla demasiado sólida. Soñe que reía y que estabas ahí conmigo, riendo y haciendo desaparecer tus ojos para después abrirlos y pararlo todo. Soñé que sentía miedo y que tú sentías miedo, que los dos temblábamos; y cuando ví tan nítidos tus ojos aterrados algo cambió en mí. Me armé con todo lo que tengo y, más indefensa que un gusano, te antepuse a mí. Seguía teniendo miedo, la gente vulgar como yo diría que estaba 'cagada', pero para hacerte sentir una persona segura, alcé mi puño, estiré mi brazo delante de mi cara en posición de defensa y desafié a todos los monstruos de debajo de tu cama. Soñé que necesitaba de tu aire, y que podía explicarte que el coraje no es la ausencia de miedo sino el comprender que hay cosas más importantes por las que luchar, y soñé que lo entendías. Soñé que lloraba, porque la vida se nos quedaba corta y la locura no jugaba al escondite, pero soñé que con tu "por mí y por todos mis compañeros" yo ganaba todos los juegos de niños. Soñe que me aventuraba a querer y que tú estabas ahí para confirmar eso que yo ya sabía. Soñe que despertaba pero seguía durmiendo. Soñé que todo acababa y que ya no sentía, ni soñaba, ni quería, ni padecía; y de repente me volví de piedra. Soñe que tenía una pesadilla tan real que decidí llamarla noche.