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sábado, 30 de mayo de 2015

Cuestión de preferencias, parte II

Es cuestión de que sepas querer, de creer en la cercanía y en el calor de lo sincero, y de no decir que no nunca con un ojo medio abierto. En cuestiones de preferencias no hablamos de medias tintas, es cuestión de qude te quedes al margen o te arriesgues del todo; porque en el juego de las preferencias el marcador no empieza a cero, y la confianza no es cuantitativa.
Debes saber que no todo el que te hable con ojos sinceros debe estar en primeras posiciones, y que a la vez estas fluyen tan lentamente que debes estar muy atento a cualquier mínimo gesto. Con las personas es distinto, más difícil, siempre hay mas variables en juego, y cuando unos labios te cuenten y te canten debes mantener la firmeza de mirar los ojos que esconden y mirar a través de ellos hasta llegar a su cabeza. No confíes, y cuando lo hagas, no des jamás la vuelta. 
Entre blancos y negros, gris; no dejes que la confianza sea la fianza para nada, y olvida todos esos tratos que esconden siempre malas intenciones. Que vayan de la mano, que confíes y confíes es la sinceridad de lo secreto, y que te olvides por completo de las sospechas grises que oscurecen las promesas hasta volverlas negras. 
Busca consuelo en las manos, calor y tranquilidad en la piel que envuelva el  mundo que te secuestre, y no juzgues la naturaleza que rodea, respeta las puestas de sol, todos los amaneceres.
Lleva cuidado, con las preferencias no existe la lógica, pero te acabarán matando las corazonadas si las usas como pretensiones. Aquel que tanto cariño muestra en los de vez en cuando no es una preferencia, y el que te busca cuando te ve solo lo es aún menos. Busca y ahonda en quien disfrute de tu compañía y tus palabras, en quien intuya lo que ignoras, en quien sepa como traducir el idioma que creas cada día -lo de que al final todos podemos entendernos no es verdad- y en quien pueda hacerte sentir que hablar no es pecado. 
En cuestiones de preferencias debes saber que cada persona entrará en la lista que sostienes, y que de ti dependerá qué hilos mover; pero en el juego de las preferencias vale la confianza, en todasus posibles definiciones.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Que te veas guapa por naturaleza


"Que te rías, porque sí, porque no hace falta que te lo diga nadie -ibas a seguir sin creer todos los piropos de todas formas-.
No me digas que no son tantos, eso es lo de menos, lo que quiero es verte libre, verte ser como eres, verte simple, siempre. Quiero verte aprender a estar en libertad, salir del cautiverio que tan bien te sienta y ser mas tu que nunca, ser mujer valiente y ser, más que nada, ser guapa. Para ello, quiero verte sentirlo, verte bailar en pijama, verte suspirar cuando crees que no puedes mas, verte hacer esa cosa que haces con los bolis -ver como los haces bailar- y encontrar la pasión que le pones a todo entre los papeles que escribes y memorizas. Quiero verte correr contra viento y marea porque la mejor versión de ti es la que lucha por las dos, y porque cuando triunfas brillas más que todas las estrellas que pretendes imitar.
Que seas como eres, que olvides como quieren que seas, y que te olvides de todos los paradigmas que tanto te repiten y solo te alejan de lo que buscas. Y cada día un poco más. Quiero verte acelerar, que no hagas caso a los dogmas ni a todo lo hueco que te dicen mas por automatismo que por sentimiento; que bailes.
Que vaciles antes de tomar decisiones, que dudes y oscurezcas la mirada ante la duda, y que te hundas en los tragos de inmadurez que flotan en ti -que aun veo en tus ojos cada vez que te miras al espejo-; no dejes que te enjaulen, porque tú arañas y eres feroz.
Fiera y feroz, que ningún lobo pueda contigo, y pasa de caperucitas indefensas, quédate solo con el rojo y lamina tu camino. Quiero verte guapa, verte saberlo y sentirlo en cada célula, verte creerlo y creerlo de verdad, y ver tu cara al ver que todo el mundo entonces lo verá."
Dejamos atrás todos los cuestionarios que nunca sabíamos responder porque ni siquiera llegamos a entender las preguntas. La culpa era siempre mía, pero eso no cabe en un equipo, no es concebible en este plano de posibles que hemos creado. 
¿A quién le pides todo lo que le pides? Tú, que no crees en nada, esa mente atea de fe alguna, vacía de creencias. Niegas a dios, a todos los dios, al karma, al destino y a todas las súper existencias supremas. Todas las casualidades parecen hechas para ti, todos los momentos juegan en tu contra en un gran juego que siempre va a tu favor. Las situaciones, las circunstancias, ¿qué pretendes desafiándolo todo? Tú, que no crees en nada, que no dices nada, que haces no sentir nada. 
Tú suplicas a la nada, yo no le escribo a nadie. No seré jueza de nadie, jamás, pero si identificas tus ideas con mis cortos no es del todo culpa mía; no todas las armaduras protegen del fuego, y lo verás todo arder.

jueves, 21 de mayo de 2015

No me levantes la voz, no me digas "nada" ni me grites en la penumbra que asfixia.
No me quites la mirada, ni te hagas ilusiones; no pretendas que me abra o que te enseñe, ni que te deje averiguar más allá del prólogo particular que escribo. No intentes leer la última página, ni adivinar que viene después.
No me encasilles de predecible, no me conoces; no lo intentes. No me taches de sencilla o de cobarde, lucho yo más de lo que imaginas y más de lo que dirías que soy capaz -yo lo se-.
No pienses que no, ni que si, y si me empeño en mentir juega a que me crees. Cuando quiera que me creas, lo harás de verdad y sin juegos.
No me arrincones, ni me dejes libre, no me persigas, ni me descuides, ni siquiera me pienses. Todo tiene la importancia que se le es dada, aplícalo bien y con cabeza.

Busca en las esquinas el destello que sobró, los restos de la inocencia rota y de los momentos falsos y cosidos, más remendados que arreglados. 

miércoles, 20 de mayo de 2015

Nuestra naturaleza -me incluyo en esa "nuestra"- es de la de tirar, tirar y empujar y no caer; de la de que mientras unos caen otros resurgen, de manera que el todo que somos no se vea alterado. Somos un colectivo que se mueve a velocidades indescriptibles, siempre en los extremos, y muy lejos del gris que hay en el punto medio. Una mitad corre por el desgaste, la otra por necesidad, y el tercio que queda no sabe contar los pasos que da antes de ir a la cama.
Tendemos a dar aquello que necesitamos, a ofrecer lo que nos gustaría recibir, por eso siempre seremos el puzzle incompleto del que todo el mundo habla: la manera en la que yo necesito ser escuchada, ser tratada, podría perfectamente ofender a otro, dejemos fuera las generalidades. Arriba el respeto, somos un conjunto homo-heterogéneo a la vez, una mezcla de vais que junta es orden; y sentimos, vaya si sentimos.
Los eruditos dicen que nos palpita el corazón para impulsar la sangre y hacer así que el oxigeno de los hematies llegue a todas las células sanguíneas por la red de capilares que somos, pero ese oxigeno no es nada sin los epitelios que se contraen. Dejémonos de protagonismo, a este nivel de entropía no puede esperarse nada espontáneo (y menos a estas temperaturas). 
Mujer, quiero verte libre e independiente, quiero verte natural y quiero verte artificial, quiero verte transparente aunque eso implique un quintal de capas. Hombre, te quiero rebelde, caballero, te quiero clásico e innovador, pero más que nada te quiero igual, igual que las almas que te rodeen, porque no te quiero en ningún nivel superior. 
Tendemos a pedir lo que nadie nos da, a aceptar lo que nunca pedimos, a rechazar lo que anhelamos. Tendemos a la muerte cuando estamos vivos, y a aferrarnos al aire cuando no nos queda tiempo.

Camina y ven

Vienen días difíciles, días de aguante y de sueño; bueno si, y también días de eso otro. Prepárate pequeña, llega el momento de nadar en las aguas mas negras de todo el Atlántico, y no te pierdas en geografías intrínsecas, tú y yo vamos a inventar una nueva ruta a las Indias -y quién sabe, puede que descubramos América-.
Tu ve empezando a caminar, yo te sigo siempre a un par de metros, sé qué harás, así que respira tranquila, yo puedo protegerte y velar tu sueño por las noches; eres reflejo más nítido que el que podría ofrecer cualquier espejo.
Rasga, rasga hasta cavar debajo de la piel, y solo entonces avísame, necesito ver mientras si queda algo de ti en mi lejanía. Eres joven, no tengas nada que temer, échate a nadar, prometo que no te ahogarás aunque te canses, tienes unos brazos y unas piernas fuertes que te permitirán luchar contra viento y marea. Sé que puedes reprocharme que yo te siga en barco, pero entiende que yo soy tu supervisora, soy solo tu conciencia. Yo me encargo de que sigas, no importa si del derecho o del revés, no importa si bien o mal, solo puedo asegurarme de que sigas, a secas.
Así que lánzate sin pensarlo dos veces, porque yo ya estuve ahí y llegué a ver tierra, llegué a ver la orilla y llegué a tumbarme sintiéndome eterna.

lunes, 18 de mayo de 2015

Con lo bien que se está cuando se está bien

Es normal que por momentos no haya nada fácil, porque nadie sabe bien cómo vivir, lo que no es normal es esa sensación de ser siempre menos, de estar por debajo (de nada en concreto).
Siempre tú y tus problemas, que pesadez, ¿acaso no vas a callarte nunca? No son importantes, o al menos a mí no me afectan. ¿Crees que yo no tengo problemas? ¿Crees que eres importante?
No lo creo, no.
Pues cállate y guárdate esos asquerosos problemas de auto-compasión y esconde el rollo de llorar tan a menudo porque no interesa; no creas negocio, chica. Vengo a decirte que ya basta, que no me importa si no cambias nada, pero al menos haz el favor de aguantar esa bocaza cerrada a cal y canto.

domingo, 17 de mayo de 2015

Cuando la veas venir, corre, más ver vale correr como si te fuera la vida en ello, porque es como la oportunidad, y no habrá una segunda vez para tirarte a ella.  En forma de lamento, se oye el eco de sus pasos, en forma de palabras, y con el don de la oportunidad, viene y pasado un tiempo se va; y si no has sabido aprovechar el momento será tarde cuando quieras actuar. 
Hazme caso, yo ya he perdido muchas veces. 

lunes, 11 de mayo de 2015

Para eso, mejor no haber nacido

La calma, la tranquilidad, la ausencia de preocupación por el qué será, ¿dónde te lo has dejado?
Tormenta, desconfianza, cargas y descargas de leche mala y caducada que siempre van al mismo río.

miércoles, 6 de mayo de 2015

El arte de olvidar las cosas

"Y una neurona en proceso de diferenciación ejecutó mal una sinapsis y desobedeció la orden de apoptosis siendo la mas rebelde. 
-¡Ni las de la glia podrán conmigo!
Y mitosis tras mitosis consiguió formar la falta de memoria y hacernos eternos y efímeros a la vez"
Palabra de la neurociencia.
Y a partir de ahí perdimos el rumbo, el norte y la brújula, dijimos que no a los mapas y ahora vivimos del olvido; de la capacidad de olvidar todo lo malo, todo lo bueno, todo lo diminuto.
La mente juega malas pasadas, pero también pone cara de mala para hacer pasar uno bueno y tomarnos por locos. La mía lo hace más de lo que puedo contar, y juega a enviar los impulsos nerviosos para los nervios que no tocan; tiene la manía de hacer las conexiones dendrita-axón mal, y manda lo malo al dedo gordo del pie, porque al meñique ya van demasiados golpes. Como un mecanismo de defensa, se pasea entre la sustancia gris de mi cerebro la parte premedular saltando entre los ojos de perdiz de los somas, y hace que se me vayan las cosas de la cabeza, que me distraiga y que me pierda, pero me permite así sobrevivir gracias al arte de olvidar.

martes, 5 de mayo de 2015

Me cuentan que ahora te va el rollo Sócrates, que te has pasado a la lectura negra y que ya no ves nada en azul. Me cuentan que andas por la calle y todos los perros te ladran, que se apartan cuando te ven venir -cuando te ven llegar- y que hacen el silencio a la vez, y que los ecos de sus ladridos se mezclan con todo lo que eres y todo lo que puedes ser cuando te vas. Me cuentan que, ahora que se lleva ese rollo descuidado, te ven caminar como si no te preocupara nada, que ahora libras las batallas en silencio y que te pierdes en los mares eutrofizados de lo verde en los semáforos. Ahí yo no los creo, no imagino como de repente se te ocurre atacar Roma, con lo que tú eres, y dejar atrás esos paraísos de aire artificial que tanto te van en realidad. Me cuentan que se te escapan los tranvías, los autobuses, que se te escapa la vida sin saber que hacer y que nadie te imagina  en un futuro a secas -¿y si nos mojamos?
Me cuentan que eres nadie, que eres todos, que piensas como el colectivo que odias y que nadie te entiende, que te mezclas entre la gente -o eso intentas- y que al final tiendes a ahogar. A ahogar los miedos, la fuerza, a ahogarte tú, a ahogarlo todo menos las promesas, porque a tu palabra le rezaría más de uno.
Me cuentan tantas cosas que creo que se confunden de persona; me cuentan que te han visto volar, y ahí estoy segura de que hablan de ti.