.

.

viernes, 25 de abril de 2014

Supongo que hay que saber separar, saber poner un límite y no pasarse, porque la ralla marca una barrera invisible que no conviene cruzar. Dejemos a un lado las minucias del día a día, los chistes y todas las anécdotas, hasta esas veces en las que nos insultamos con picardía; y al otro los problemas externos, las preocupaciones que se nos escapan y todas las situaciones que recaen sobre nosotros. Al menos sobre mí, porque puedes contar conmigo, pero créeme que es mejor que no me conozcas completamente. Mi cabeza es infinita, y nunca sabrás suficiente. Puede parecer que sabes perfectamente como soy, pero puede también que yo me deje ser previsible. Las palabras me atormentan ¿sabes? En el peor sentido que te imagines, lo hacen, y es la peor tortura de quien tiene ese poder. Yo me plasmo, y me destruyo, y me cambio. Mis palabras siempre estarán a tu disposición para decírtelo todo: lo que quieres oir, lo que necesitas oir, lo que te conviene oir y lo que no quieres oir. Palabras sinceras, quiero decir. Pero creo que es preferible que no indagues en mis problemas ni en mis preocupaciones, porque son horribles. No sabes lo que es ser yo, pensar lo que pienso, creer lo que creo, vivir rodeada de quien me rodea, y todos sus hilos interconectados. No sabes lo que es la responsabilidad escapándose entre las agujas del reloj, y el tremendo después. No me conoces. Solo un par de personas lo hacen.
Creo que es mejor que te quedes a un lado. Si cruzas al otro estoy segura de que saldrías corriendo, y me costaría soportar eso.
Me es muy difícil decir 'te quiero'. Más de una vez lo he tenido tenue entre la lengua pero casi nunca he podido simplemente decirlo, aunque lo sienta, qué se le va a hacer. Simplemente creo que te agobiaría con ellos, que te alejarías. ¿Sabes otra cosa? No quieres saber como soy en realidad. Soy gris, y se me han mezclado las partes blancas y puras con las negras e infinitas. Conoces de mí lo que es cognoscible, y nada más, nunca creas que has cruzado. Si lo hubieras hecho no estarías aqui, porque realmente soy una persona complicada y difícil.

miércoles, 23 de abril de 2014

Now I've said too much

¿Por qué siempre acabo pidiendo perdón? Rogando por compasiones que no me corresponden ni me pertenecen ni ne hacen gracia, ¿por qué tengo que andar con las cadenas de los otros? Se me da la vuelta el negro y el enfado pasa de mano en mano hasta enterrar, y me pesa el orgullo como una bola que no me renta arrastrar. Demasiado esfuerzo para unos brazos ya cerrados, demasiados 'no' para los necesitados 'si'. Me cansa rogar y pedir, no merecen la pena porque siempre me como toda la mierda de la misma manera. ¿Pero y yo qué culpa tengo esta vez? Un día me pelearé con alguien porque al lunes no le de la gana abrir el chiringuito de la semana. Me duele la cabeza y los problemas más me gritan.
Me conoces, y tú. Me teneis bien calada, me conoceis tan bien que hasta por mí podriais hablar. Pero no, mejor no, mejor aprovechar la facilidad de callar y pedir y atacar. Eso no se hace. Así no van las cosas.
¿Y yo qué he hecho esta vez?

sábado, 19 de abril de 2014

Cobarde

Tú, si tú, eres un cobarde. Un jodido cobarde que no sabe querer nada ni a nadie, un cobarde celoso y sin agallas que no se atreve a sacrificarse. Eres un cobarde por tratarla asi, por no ver lo que vale, por hacer que viva con miedo, por no ver lo que se merece. No la mereces.
Eres un cobarde. Por no cuidarla, por no sacrificarte de vez en cuando, por no saber dar, por no saber mantener una relación, por no ver que te quiere más que a nada. Eres un cobarde con suerte
Eres un cobarde por no ponerte serio, por no aceptarla, por reprocharle, por hacerla derramar lágrimas que no te mereces. Por huir siempre de todos los problemas, por ser de piedra cuando ella sufría por temas ajenos, por no preocuparte de si ha pasado esa gripe. Por abandonarla. Por dejarla. Y ora vez. Y más cobarde por tomártelo a broma. Por no tranquilizarla, por volverla loca y hacer que esté perdiendo la cordura y la razón, por sacar lo peor que hay en ella.

Por no quererla, eres un cobarde por ser como eres con ella y espero que te pudras en la peor de las vidas, porque es lo que te mereces.

Te odio.
Te odio por hacer lo que haces, por ser como eres.

martes, 1 de abril de 2014

I'm so tired of being here.

Me he arrancado la piel tira a tira y la he dejado secar para que reluzca, y me habeis hecho desgarrame para nada.
Hoy brindo por el respeto.
Por el que me teneis.
Por el que me exigís.
Por el que me demostrais.
Por el que creeis.
Por el segundo y el cuarto, que brillan por su ausencia.
Por lo hipócritas que sois.
Por los que saben perder.
Por los que no.
Por vosotros, que estais en medio como los jueves del copón.
Por la lluvia ácida, que derrita los barrotes de la cárcel en la que habeis convertido mi universo y desgrane el cristal de mi ventana para que puedan colarse los rayitos de sol en todo su esplendor;para que cale y acidifique las paredes, y el suelo, y el papel.
Por tus creencias.
Vuestras creencias.
Por las mías.
Ah no, por las mías no.
O sí.
Por las mías.
Porque hoy quien brinda y bebe soy yo, y el que no acepte eso no merece ver el sol.