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jueves, 30 de julio de 2015

Por una vez no comprimirlo, no resumirlo, no acortarlo.
Por una vez sentirlo, amplificarlo, magnificarlo, extenderlo, y decirlo de verdad. Por una vez transparente.
Por una vez no mentir, no exagerarlo, no adelantarlo (ni retrasarlo), no dejar que sea falso. 
Por una vez dejar que nos llene y nos inunde la boca. Permitir que llegue a su ritmo verdadero y que nos queme con su intensidad. 
Por una vez necesitarlo, pero por una vez saber esperarlo. Por una sola vez entender que comprimir el fuego es obtener hielo, y siempre preferimos el calor.

sábado, 25 de julio de 2015

No deberías dejar jamás que nadie escribiera sobre ti. La explicación es simple, escribir sobre algo o alguien es describir, con la simple diferencia de que los "algo" no tienen sentimientos y se asocian a la objetividad, mientras que el alguien es subjetivo e interpreta lo ya interpretado.
Las palabras hacen daño, elogian, animan, son directas en todos los sentidos. Por mucho que alguien intente andarse por las ramas al hablar de ti siempre sabrás a dónde se dirige, qué es aquello que insinúa. 
Por eso tienes que evitar a toda costa que alguien escriba de ti, pues la realidad que representará en esas palabras serán reales para la mente que las teja y las una, y eso no siempre es bueno. Dejar que hablen de ti de verdad a través del arte no declarado de las palabras es dejar que te desnuden y te retraten, porque al fin y al cabo en las palabras está la máxima trasnsparencia y la mayor simpleza, no importan los adornos.

jueves, 23 de julio de 2015

Corría en su dromedario (¿o era un camello? Nunca le conté las jorobas al animal, y al humano simplemente nunca le conté nada), y era el más rápido de todo el desierto. A veces sus secretos corrían más aún, pero nadie los veía, así que quedaban como una leyenda y nadie lo creía. Siempre eran él y su sombra, él y lo que escondía, él y todo lo que había dejado a sus espaldas; siempre él y todo lo que podría ser. Los seljucíes inexistentes acampaban a altas horas esperando verlo pasar, porque siempre fue como un fantasma, y se recorría el desierto entre las peores tormentas de arena. Los peores se preguntaban cómo podía no perderse, pero la cuestión era que llevaba el río tatuado en su espalda, todas las dunas, todos los rincones donde acunaba el viento los granos de sílice, sílice que algún día sería vidrio. Todo ello estaba grabado en su espalda, y jamás nadie había podido contemplarlo, peor la fuerza contenida en las palabras que pronunció una vez fue tan grande que ninguna cabeza dudó de ellas. Cuentan los jinetes que se aventuraron en caballos (como un niño juega a la guerra) que cuando dormía, el viento lo esperaba, esperaba a que se despertara para poder respirar, luchando por adentrarse en sus pulmones; y que descansaba cada vez que salía la luna en los recodos de sus hombros, luchando por escapar hacia su cuello (pero nadie era tan valiente).
Cuando una tormenta de arena asolaba algún pueblo, el fantasma se perdía como la sombra que era, y solo aparecía cuando todo se apaciguaba, cuando todo estaba calmado, como si pidiera perdón al universo por su naturaleza. Y después corría, corría tan rápido que  otra vez se dudaba de su naturaleza humana, corría y volvía a ser el más rápido del desierto.

jueves, 16 de julio de 2015

La incongruencia de hablar con los labios.

Al besar demostramos que somos capaces de sentir, y hablamos sin necesidad de mirarnos, sin sonido vocal alguno y con una intimidad que otra persona no podría entender aparte de las implicadas.
Con el roce piel con piel se pide en silencio la separación mínima, la inexistente, un espacio dividido que pasa a formarse y desaparecer; la poesía del cariño. Ese beso es el aprecio, el respeto.
Al besar más cerca del peligro se abre la pasión. Los ilusos creen que la pasión es solo pasional, sin ver que la pasión no nace en nuestros pechos, sino que nace en nuestra cabeza y llega hasta la punta de los dedos, vuelve y rebota, y exhala como puede. La pasión también es cariño, polisemia en su máximo esplendor; porque la pasión no siempre implica lívido. 
Y el peligro; ¿qué peligro? El peligro esta en los ojos del que mira, y muere en las manos del que lo enfrenta. No existe peligro si la idea es clara, por eso es mejor hundirse en ella y conocer, conocerlo todo. Un beso es los labios puede ser un secreto. Un "te quiero tanto que las manos no me bastan". Un beso en los labios puede ser una simple muestra, una promesa de disponibilidad y de aprecio, la paradoja de quien quiere sin amar, porque amar solo aman los enamorados. Un beso en los labios también puede ser pasional y acabar muriendo donde se esconde la locura que habita en todos nosotros, porque un beso en los labios es intimidad, y la cercanía no entiende la naturaleza de los sentimientos.

lunes, 13 de julio de 2015

Transparencia

A veces un "gracias".
A veces un "lo siento".
A veces un caso sin supuestos.
A veces una pregunta.
A veces una muestra.
A veces una respuesta.
A veces que no me importa.
A veces que no sé cómo decírtelo mas claro; pero si ni siquiera me dices nada; te lo digo en silencio.
A veces déjame sola (a veces no se te ocurra dejarme sola).
A veces poesía cicatrizando las heridas.
A veces reinauguración.
A veces dejá vu.
A veces aires de francés.
A veces sí, más veces no.
A veces movimiento entre una palabra de suerte y una confesión.
A veces atención.
A veces comprensión.
A veces "¿por qué nunca quisiste que habláramos de lo que me duele?".
A veces "si yo siempre te escucho, ¿por qué tu no hurgas?".
A veces que no quiero hablar.
A veces sonsácame un poco más.
A veces nadie me entiende.
A veces nadie quiere entenderme.
A veces "madura ya".
A veces "crece un poco más rápido ".
A veces "ya no me duele".
A veces mentira, pocas veces verdad.

domingo, 12 de julio de 2015

Crónicas de madurez IV

A lo largo de los años que vivimos y que viviremos habrá momentos en los que abandones, y está bien, no hay nada malo en dejar algo a medias si sientes que no puedes acabarlo. No has de confundir nunca poder con creer, la realidad es dura, pero tus pensamientos pueden llegar a ser mas duros; en caso de que no lo sean, está bien que cambies de objetivos. Mira siempre en aquella dirección que te haga caminar, no importa si hacia delante y madurar o hacia atrás y ser pequeño; el ritmo es vida. 
Sé sincero, siempre.
Contigo, conmigo, con el resto del mundo. Sé sincero y ve de frente, porque ocultando las verdades no conseguirás ocultar su naturaleza. 
No tengas miedo a hablar, nunca, querría decirte directamente que confiar no es ningún error, y que encontrarás la amistad perfecta que sepa escucharte, sin presionarte, que esté disponible cuando veas que, efectivamente, todo esta torcido, y cuando digas que no puedes mas y abandones. Encuentra el equilibrio, por encima de todo, encuentra el equilibrio y confía, porque confesar lo que te quema en el pecho es una bendición con poros, y supura cada lagrima que eches haciendo que todo queme menos, y el vapor es asfixiante. Más que nada, busca con ímpetu.

Quiérete. Siempre voy a estar dispuesta a contarte como no debes hacer las cosas, a plantearte soluciones y no reproches; a explicarte que si algún día te odias tanto que evitas los espejos, solo hay una manera de encontrarte, y es sudar, sudar el desprecio y depurarte,. Hasta que cambies todo aquello que no te guste. Quiérete de todas las maneras posibles y sé como tú quieras ser. Te debo una crónica sobre ese tema, te prometo que algún día, cuando pueda sacar fuerza de todo, la tendrás.

Te hablaré de lo incondicional, te hablaré de las palabras, y te hablaré de tantas cosas que sentirás que no se han inventado suficientes números romanos.

sábado, 11 de julio de 2015

Trenes que parecen infinitos.

Los excesos algún día estarán de más, y estará de menos todo lo que ahora parece normal. Llegará un día en el que las palabras que sean dichas se harán eternas e insufribles, y se perderán en los dedos de algún poeta atrapado en algún abril desnudado por Sabina. 
Algún día la rutina se hará pedazos en las teclas de alguna máquina de escribir, y se secará la tinta como se seca lo que no se cuida. Y es que cuidar es valorar, cuidar es preocuparse, y algún día la vida dejará de ser una preocupación; entonces viviremos, entonces estaremos vivos. 
Algún día las preocupaciones estarán de más, y las soluciones a los problemas que no sabemos ver pasarán, pasarán como pasó agosto cuando estaba planeado como infinito. Los números se mezclarán y harán de lo lejano un concepto real, harán de las funciones metas líneas y desnudarán la estadística; algún día ni siquiera la química podrá salvarnos. 
Algún día los cambios estarán de más, y amanecerá un par de horas mas temprano solo para que las malgastemos mirándonos al espejo, dando gracias por ser como somos; algún día el amor propio será una realidad y quemaremos todos los cuentos de hadas. Algún día nos querremos; tú a ti y yo a mí, más que a nada, y me querré tanto como para estallar. Algún día dejaremos de luchar, hasta que creamos que ya no es necesario un cambio, y veremos que hasta ese día, todos los asaltos habían estado siempre de más.
Algún día, el mundo en el que vivimos se nos quedará obsoleto, y pasaremos de avanzar como avestruces, escondiendo bajo tierra la cabeza ante las amenazas, a hacerlo como tigres, siendo la amenaza en sí.

miércoles, 8 de julio de 2015

Puro veneno

Deja que te coma a cuchillazos, que te mate a corazones y, más que nada, que te proteja con mi armadura; dejándote entrar. 
Dime de qué quieres hablar, solo dímelo, no te daré motivos para que digas que huí en el momento preciso. Pero si te enseño, tendrás que entender, y entender significa comprender que más allá de lo que conoces hay mas de mil fronteras, con sus banderas, y que cada una tiene un idea; y todo ello esta aquí dentro, que tú decides si te posicionas o simplemente observas. Si te dejo entrar, tienes que saber que aquí dentro estoy solo yo, e todas mis facetas, y que, como los genios del ajedrez, juego a mi favor y en mi contra, y que a veces me doy empate. Verás sin necesidad de que yo te diga nada, que allí donde nacen las cataratas es donde maduro las palabras, y que viajan a través de mil senderos impulsados por sinapsis hasta que llegan al mercado; esto es un negocio.
Estoy dispuesta a enseñarte, son mas contexto ni motivos, y a explicarte todo aquello que no entiendas, siempre que haya palabras para hacerlo.
Supongo que todo está bien, pero es la única manera de que sepas que mas que pajas mentales, aquí dentro hay sexo en todo su esplendor, a veces hasta orgías.

sábado, 4 de julio de 2015

Y sonreía con los ojos

En esos momentos eternos en los que se tapa la boca para que nadie viera que lloraba sin echar ni una lágrima, que se le escapaban las emociones por los costados y que a veces el no poder hacer nada le quitaba el sueño. Oí una vez que se torturaba, que había momentos en los que lloraba tanto antes de dormir que no se diferenciaba el límite; que toda ella estaba hecha y recubierta de papel para que empapara todo lo que mostraba. Otra vez oí que era como el mar, que era valiente e indomable, que solo el viento le doblaba la espalda; pero luego supe que a veces se secaba, y se apagaba hasta no brillar nada, y que era ahí donde se volvía humana. Alguna que otra vez la vi, la vi de verdad y sin máscaras, sin tapaderas de apariencias, la vi de verdad y pensé que esa imagen decía mas que todas las palabras que escribe, porque en el fondo las palabras no son mas que una huída. Comprendí que son los ojos los que  hablan, y que a veces miran tan fuerte que no se callan, y atosigan y atormentan como lo harían las peores palabras.
Todo ello lo aprendí con la mujer que sonreía con los ojos.

miércoles, 1 de julio de 2015

Llevas dentro un ángel negro que nos hunde a las dos.

Puedo decir que pase lo que pase, hagas lo que hagas, siempre serás ese lugar al que siempre querré volver, uno de mis lugares favoritos en el mundo. Siempre serás los recuerdos que hemos creado, la amistad que un día prometimos y todos los pactos que no creí que romperías. Siempre serás infancia, y en esa infancia, pureza; siempre un recuerdo y muestra de lo verdadero.
Pero cada vez que sienta nostalgia y quiera volver a ti tendré que deshacer lo andado, y me encontraré con los recuerdos de venganza, con el rencor, con el miedo a la confianza, la consecuente falta de fe y, más allá de cualquier cosa, el primer sentimiento de abandono. Me encontraré con todo eso cada vez que te recuerde con añoranza y no podré seguir andando, me alejaré como me estaba acercando y nunca más sabrás de mí, porque desde aquella vez en la que dejaste de ser un paraíso de escape, todo lo bueno que hay en ti paso a ser a ser efímero, y no voy a conseguir encontrar nunca las fuerzas para  caminar hacia donde estés atravesando todo lo que hemos pasado.