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miércoles, 1 de julio de 2015

Llevas dentro un ángel negro que nos hunde a las dos.

Puedo decir que pase lo que pase, hagas lo que hagas, siempre serás ese lugar al que siempre querré volver, uno de mis lugares favoritos en el mundo. Siempre serás los recuerdos que hemos creado, la amistad que un día prometimos y todos los pactos que no creí que romperías. Siempre serás infancia, y en esa infancia, pureza; siempre un recuerdo y muestra de lo verdadero.
Pero cada vez que sienta nostalgia y quiera volver a ti tendré que deshacer lo andado, y me encontraré con los recuerdos de venganza, con el rencor, con el miedo a la confianza, la consecuente falta de fe y, más allá de cualquier cosa, el primer sentimiento de abandono. Me encontraré con todo eso cada vez que te recuerde con añoranza y no podré seguir andando, me alejaré como me estaba acercando y nunca más sabrás de mí, porque desde aquella vez en la que dejaste de ser un paraíso de escape, todo lo bueno que hay en ti paso a ser a ser efímero, y no voy a conseguir encontrar nunca las fuerzas para  caminar hacia donde estés atravesando todo lo que hemos pasado.

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