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sábado, 25 de julio de 2015

No deberías dejar jamás que nadie escribiera sobre ti. La explicación es simple, escribir sobre algo o alguien es describir, con la simple diferencia de que los "algo" no tienen sentimientos y se asocian a la objetividad, mientras que el alguien es subjetivo e interpreta lo ya interpretado.
Las palabras hacen daño, elogian, animan, son directas en todos los sentidos. Por mucho que alguien intente andarse por las ramas al hablar de ti siempre sabrás a dónde se dirige, qué es aquello que insinúa. 
Por eso tienes que evitar a toda costa que alguien escriba de ti, pues la realidad que representará en esas palabras serán reales para la mente que las teja y las una, y eso no siempre es bueno. Dejar que hablen de ti de verdad a través del arte no declarado de las palabras es dejar que te desnuden y te retraten, porque al fin y al cabo en las palabras está la máxima trasnsparencia y la mayor simpleza, no importan los adornos.

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