tag:blogger.com,1999:blog-27256605695966253112024-03-13T21:12:11.277+01:00The way that you kiss, The taste of your lipsI'm telling you from the heart.Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.comBlogger455125tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-60354536527128468402020-01-10T02:23:00.000+01:002020-01-10T02:23:34.940+01:00réquiem de borrador Me está matando tenerte lejos, pero sería infinitamente peor no tenerte, a secas.<div>Llevo incontables noches empezando párrafos en hojas que siempre acabo rompiendo, porque te echo tanto de menos que ni siquiera sé muy bien cómo poner por escrito este maremoto; te imagino sin dormir tirado en la cama. En la esquina donde hablamos de economía mundial, donde tantas cosas me enseñaste y arreglamos el mundo aquella tarde; esa era mi esquina favorita, y si cierro los ojos me veo cabeza abajo, con las piernas apoyadas en la pared y los ojos cerrados mientras me hablabas de teorías de mercado y movimientos monetarios de los que no había oído hablar en mi vida. Así, aquí, en mi propia cama y con los ojos aún cerrados, recuerdo muy bien el frío que sentía en las piernas desnudas, el escalofrío por los hombros y el calor de tu abrazo. Puedo sentirte rodearme y nos veo ahí, perfectamente encajados en 0’90. </div><div>También soy capaz de verte de espaldas, trabajando desde tu almohada. Soy capaz de dibujar la imagen de tu espalda y los músculos de todo tu cuerpo moviéndose frenéticamente mientras tecleas el ordenador, con el ceño fruncido y colocándote las gafas; qué guapo estás cuando te concentras y creces. </div><div>Te veo saliendo de la ducha mientras yo aún estoy aclarándome el pelo, y liarte una toalla mientras me pasas una a mí y, sin pensarlo, me vienen a la mente las mismas palabras que cuando esa imagen era vívida y no un mero recuerdo. </div><div>Casi puedo tocarte, pero no.</div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-84095525132570344472019-10-01T02:18:00.000+02:002019-10-01T02:18:49.446+02:00your own assassinHoy me han enseñado el fundamento del crujir de las extremidades. He aprendido que sé, aún sin ser consciente, que hay ciertas extremidades que tienen una movilidad definida en un plano y con sus límites, y lo sabía sin saberlo.<div>De la misma forma que disponía de esa información sin ser consciente, también he sabido siempre que sois -ambos- deplorables. No sé cómo en algún momento he podido compararos con él sin asustarme; supongo que porque encuentro las comparaciones denigrantes. Pero, en este caso, no puedo evitar pensar cómo habría sido con vosotros, qué sería diferente y -de forma inevitable- de qué manera sería mejor; ¿mejor contigo, homófobo camuflado, que escondes el odio (y el miedo) a todo lo diferente y aceptas el sometimiento de todo lo que no es como tú, o mejor contigo, que me habrías llevado de cabeza al vacío hasta consumirme en las dudas y la desconfianza (odio no poder confiar en alguien)? Decidme, quien me habría hecho más feliz; vaya ojo tengo. Mira que han sido años dando vueltas, vueltas diferentes.</div><div>A decir verdad, tú me pegaste más fuerte. Te vi con -lo que pensaba que era- transparencia, y me gustó tanto que no me lo creí, pero era todo mentira. En ese momento ya supe que eran líneas rojas, pero te vi tan bueno, tan enamorado de mí, que cómo huir de eso. Siento haberte hecho tanto daño, de verdad que quise quererte como tú me quisiste, pero no puedo aceptar ciertas partes de ti; no es intolerancia, de verdad, pero no te quiero en mi vida si no vas a aceptar como iguales a todos mis amigos. Tú ya me entiendes. Aunque eso no te dio derecho a todo lo que jugaste conmigo, a todo lo que me mareaste y a la montaña rusa en la que me tuviste, no quererte no fue algo que decidiera o hiciera con mala intención. </div><div>Pero, para ser sincera, lo tuyo me lo vi venir muchísimo menos. Cuando me di cuenta estaba hasta las cejas y no me quedo otra que reírme y seguir así, riéndome. Qué bien nos lo pasamos siempre, todo el rato, y qué subidón cuando salía la luna eh; qué bien. Cuánta confusión, nunca me había costado tanto ver algo tan claro como verte a ti, fue la primera vez en mi vida en la que me engañé a mí misma para poder seguir jugando. Menos mal que me sinceré con la parte racional que habita en mi cabeza y fuimos cabales en conjunto. A partir de ahí, todo lo que viniera después está de más.</div><div><br></div><div>Y ahora, estoy en paz. No hay laberintos, ni ruidos, vueltas, necesidad constante del subidón, no hay ‘craving’. No tengo la relación de drogadicción que podría haber tenido contigo. Tampoco hay sumisión, ni adoración, ni celos, ni preguntas incómodas o sin fundamento; no tengo la constante sensación de deuda de gratitud y agradecimiento que sé que habría tenido contigo. En definitiva, no hay rasgos del clásico -y tóxico- amor romántico. </div><div>Ojalá os conocierais.</div><div>Ahora vivo en equilibrio. Siento que vivo en una carrera de fondo sin obstáculos y que la marcha es buena, a secas. Los días que voy más lenta, me aparece la energía, y cuando me toca a mí tirar, basta con tender la mano. Ahora vivo en una montaña rusa entre el nivel del mar y las nubes, sin viajes sorpresa al infierno y, sobretodo, sin la dependencia constante de sentir algo. También ahora he descubierto la diferencia entre la adoración y la admiración; ahora me siento admirada e infinitamente valorada, pero no superior, me siento en el mismo plano que él, consciente de lo que puedo llegar a ser y en lo que puedo convertirme y 24/7 apoyada. No me siento presionada a justificar cada acción, ni tengo el miedo de que en cada esquina haya un nuevo motivo de celos disfrazado de preguntas ridículas que no tengo fuerzas -ni motivos- para responder. </div><div>Ahora me quieren libre y plena. </div><div>Menos mal que llegasteis, menos mal que os vi de verdad.</div><div><br></div><div><br></div><div><br></div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-79880424015435947362019-08-23T21:56:00.000+02:002019-08-23T21:56:49.920+02:00siempre nos encontraremos lejos,Te irás.<div>Lo sabia cuando te conocí, lo confirmé aquella noche en mi cama después de una feria. Ahí pensé que podía quererte.</div><div>Un dolor de barriga, una noche que no acaba, entera sin dormir y llena de desesperación. Esa noche fue doblemente reveladora, para ambos; ahí te demostré que tolero muy bien el dolor, pero no el no dormir, y ahí me di cuenta de que ya te quería. Vaya susto, nunca había querido de esa forma. Esa noche no tuve musas, porque el dolor estaba siendo el característico, no tuve fuerzas para hilvanar palabras, pero te vi y se me llenó la cabeza de frases a medio terminar que pugnaban por ser escritas una tras otra. No hubo musas, y no me hicieron falta.</div><div><br></div><div>Te vas a ir.</div><div>Lo he sabido todo el tiempo, lo asumí y le planté cara a la bestia que me gritaba desde el pulmón. “Me da igual lo que encuentre allí si tú vas a seguir estando para mí”. Ahí dejé de mirar al techo después de cada polvo; se fue la sensación de tener que exprimir el tiempo; apareció la calma de saber que te ibas a ir, pero que daba igual.</div><div>De verdad que no sabía dónde me estaba metiendo cuando decidí irme contigo la noche que nos conocimos. Si hubiera sabido que iba a memorizar la forma lenta en que me besas cuando nos ponemos profundos, posiblemente habría huido, porque nunca había querido a nadie así, y hacerlo en la distancia es empezar bastante fuerte.</div><div><br></div><div>Ahora te vas, y ahora este texto tiene su propia banda sonora -cómo no, de Shinova-.</div><div> Ya no tengo miedo.</div><div>Ha llegado el momento y estoy tranquila, me ahogo en palabras que decirte, en formas de expresarte que va a ser increíble, y que te voy a echar de menos, porque no sé cómo gestionar todo esto. Te vas tan lejos que no hay blablacar capaz de acercarme, así que vamos a tener que mantenernos cerca de cualquier otra forma.</div><div><br></div><div>Así, sin metáforas ni complicaciones. </div><div>Cuando te conocí, no esperaba conocerte, estaba en la atalaya más cómoda y fue una fricción instantánea, física. Me cogiste la mano cuando empezó a llover, y cambiamos el rumbo, literalmente. </div><div>“Vamos mejor a mi casa”</div><div> Me sonaron las alarmas, las sirenas, se me dispararon las concentraciones de dopamina y norepinefrina; pero seguí. “Me iré”.</div><div>Y ahora, de verdad, te vas.</div><div>Y es como aquella primera noche en que llovió.</div><div>Otra vez te siento de la mano, aunque esta vez el contacto no sea real, aunque cambies el rumbo.</div><div><br></div><div>Vete, que sigo.</div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-56371559264284792362019-06-07T15:43:00.000+02:002019-06-07T15:53:27.936+02:00Desde Dellafuente hasta Andy y LucasA solas te he dedicado mil canciones. Si las supieras todas, te parecería tan gracioso que quizá conseguirías entenderme. Te he dedicado baladas lentas, tristes, de las que hablan del desamor y la impotencia, por mucho que yo jamás llegara a sentir tanto; te dediqué mil veces sin que lo supieras mensajes de desesperación porque ataba segura de que me habías vuelto loca. Canalicé en canciones toda la rabia, toda la pesadez de sentirme siempre menos, siempre poco suficiente, siempre por debajo del listón; porque solo así podrías acercarte, bajando el listón, ¿no? <div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Me esforcé tanto en entenderte que no lo conseguí, y me hacía pequeña con cada reproche que yo misma me hacía. Por no llegar nunca al 5 para aprobar -he pasado desde que tengo uso de razón odiando los ‘aprobaos por pena’, así que quédatelos-. Ahora lo veo clarísimo, siempre fui yo la causa última del huracán, por ser yo siempre la única dueña de mis neuronas y mis sinapsis</span><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">; pero no nos engañemos, tú siempre lo has sabido todo y nunca me cortaste las alas, ni me hablaste claro, ni dejaste de buscarme, ni tampoco te molestaste en huirme en las distancias cortas. Así que sí, tú eres tan villano como yo en todo esto.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Te he dedicado canciones de reggaeton que ponen el orgullo por bandera, que usan como motor esa sensación de superación falsa que se crea cuando bebes y te sientes céntrico. Pero, cansada de ser luna, también pasé de eso.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Te pensé en las canciones que más cachonda me ponían cuando salía de fiesta, porque me molaba sentirme gilipollas cuando iba borracha -no tanto en la resaca-, y entonces me daba cuenta de lo realmente ingenua que estaba siendo y no había mejor agua fría en la nuca.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">También te he dedicado rap. Rap de Rayden (el eterno exponente), rap de Zatu, de ZPU, rap de Shariff y de Rapsus; precisamente por esto te he dedicado rap sincero, desnudó, desolador y destripado. También te he dedicado verdaderas declaraciones en rap: de guerra, de paz, de ‘vete a la mierda’.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;"><br></span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Y ahora ya no hay música.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Bueno, siempre habrá música, pero ahora todo tiene un sentido distinto. Ahora puedo bailar con los ojos cerrados sin dolor y sin deseos de venganza, sin declaraciones de ningún tipo. Ahora bailo con la levedad que produce empezar a leer de cero.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">No ha sido de un día para otro, pero ya ves, ya no bailo a ese ritmo.</span></div><div><span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">Gracias por los compases, perdón por el karma.</span></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-7427637539643128682019-05-15T18:13:00.000+02:002019-05-15T18:25:10.401+02:00B A C K to the night we met Otra vez, pero muy diferente.<div>Los viejos reyes de la filosofía decían que las situaciones pueden cambiar todo sin percibirlo, que a veces cuando queremos darnos cuenta ya no reconocemos el contexto. You</div><div>are </div><div>gone.</div><div><br></div><div>No sé si le he fallado -a ella, que me observa y me espera paciente mientras la alcanzo, mientras me convierto en ese espejismo-, pero definitivamente lo hemos conseguido; todas. La niña pequeña que le dijo a aquel que “le ayudaría”, la pre-mujer que le dijo a él que “sentía no poder quererlo como él la quería a ella (que era mucho, pero mal)”, la mujer que se liberó y se acostó con quien quiso “con miedo a las explicaciones” y el fantasma de quien te conoció a ti y firmó con tinta invisible el contrato de juego; la que vendió lo que le quedaba de orgullo a un precio tan bajo que recuperarlo no ha sido nada fácil.</div><div>No se si les estoy fallando a todas ellas y a la mujer que algún día espero ser al haber llegado hasta aquí con esta ayuda, pero por el momento prefiero pensar que lo importante es haber llegado. </div><div>Porque es así, he llegado.</div><div>La otra noche fue una de las del fondo de la longitud de onda; “estás igual de espectacular que siempre, porque lo eres”. Y me cayó hasta una eternidad.</div><div>No necesito compromiso, ni necesito palabras que lo líen todo más bajo la careta de resolver, pero este plus me ha abierto los ojos mucho más rápido de lo que esperaba. Estoy convencida de que podría haber acabado llegando a este punto igual sin este extra -porque estoy segura de que ella me habría mirado como quien te juzga duramente, y ni en los peores momentos me habría dejado caer en ninguna de las tentaciones que pudiera haber tenido- pero esto ha sido como pasar de caminar a correr una maratón. Y he llegado.</div><div>Jamás te pediré que me devuelvas nada de lo que me has quitado -que no ha sido poco, aunque no te hagas la más mínima idea, para mí esto ha tenido muchas más implicaciones de las que pueda parecer a simple vista- porque ya no lo necesito. He generado todo ‘de novo’, y no quiero nada de lo que pudiera tener antes, porque se hizo frágil cuando te conocí y se fue resquebrajando hasta que me rompí. </div><div>Pero me he arreglado, sola o con algo de ayuda, me he recompuesto.</div><div>“Tienes una personalidad tan magnética que cuesta creer que te doblegues ante nada ni nadie”</div><div>Quédate lo que conserves aún, quédatelo de recuerdo porque he salido de la parábola y, aunque ya no haya ningún tipo de riesgo, no quiero volver a ese punto; ya no por el peligro, sino por amor propio. </div><div>No quiero más palabras vacías.</div><div>Todo bajo control, más que nunca.</div><div>Todo bajo control, perfecto para volver.</div><div>Reset <span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;">(esta vez no acabaré con puntos y comas porque no creo que tenga más que decir).</span></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-41654203915276247922019-03-25T00:26:00.001+01:002019-03-25T08:23:28.311+01:003: la realidadEsta está siendo una noche difícil. Todo acto genera unas consecuencias que responden, en última instancia, a un torrente hormonal, y en esa explicación subyacen el maremoto y su causa, todo fluyendo por mis venas; conociéndome no podías esperar ningún otro tipo de explicación a la que achacar todo esto. Independientemente de la incidencia, nada está siendo raro -al menos, no tratándose de mí-.<div>Cuando tomamos una decisión, nuestro cerebro secreta una cantidad de dopamina capaz de hacernos sentir invencibles, poderosos, y, sobretodo, fuertes. Se crea una situación que nos convence de haber tomado la decisión adecuada y nos impulsa a seguir, sea lo que sea que signifique eso. La dopamina es lo que nos hace llevar a cabo aquello que tanto miedo nos da, y se mete en los surcos cerebrales hasta el hiocampo para susurrar cerca de los nervios auditivos que, entre todas las opciones, hemos elegido la mejor; por eso la dopamina es efímera, para separar una vida valiente de una de imprudencia. Cuando este pico cae, la noradrenalina y su prima salen a jugar, y comienzan a oscilar en torno a la línea basal de serotonina, creando una realidad paralela donde creemos que estamos seguros. En ese punto alcanzamos una situación de comodidad que se asemeja tanto a laverdad, que aceptamos que hemos alcanzado el equilibrio, y que ahí acaba el torrente, y el terremoto, y todo movimiento tectónico capaz de sacudirnos; pero la serotonina, más que efímera, es caprichosa, y no se deja seducir. Cuando se cansa de que bailen a su alrededor, comienza a ser recaptada por las neuronas secretoras, y las receptoras dejan de expresar sus receptores, y entonces la serotonina pasa a dejar de ser estímulo para bailar sola en las cavidades sinápticas; esto quiere decir que deja de hacer efecto, y cae tan bruscamente que todos los demás neurotransmisores dan igual: sin serotonina ni hay fiesta.</div><div>Creo que se me ha acabado la serotonina y lo veo todo borroso. Creía haber alcanzado el equilibrio, pero estoy en la parte baja de la trayectoria de la onda. Entiéndeme, esto era de esperar, pero esperaba que el desencadenante fuera algo más potente. Joder, estoy harta.</div><div>Y lo peor es que ni siquiera puedo encontrar la causa. </div><div>Ha sido un fin de semana duro; y lo ha sido porque empiezo a admitir que tenías razón, y que claro que echo de menos, y que claro que echo de menos hablar contigo. No, echo de menos hacer el gilipollas contigo como llevo haciéndolo tanto tiempo, aunque eso significara volverme pequeña y alejarme de todo lo que quiero llegar a ser. Odio que tengas ese poder, y no sé cuanto voy a tardar en quitártelo; ahora mismo, ni siquiera sé si podré quitártelo.</div><div>Segundo asalto: voy a recorrer todo el cuadrilátero en busca de guerra, pero con los puños bien guardados. Estoy aprendiendo artes marciales y ahora sé cómo se espera un ataque; sé que jamás atacarías, pero defenderme de tus fantasmas crea la misma ilusion que la serotonina, me hace sentir protegida aunque la amenaza ni siquiera sea real. Porque jamás atacarías.</div><div>Espero poder volver y seguir estando lejos, y lo espero de verdad porque el tiempo es lo más subjetivo que existe, y aunque un mes sea muy poco tiempo, podría convertirse en un mundo si tengo que volver a empezar de cero.</div><div>Quiero septiembre con verano en Madrid; con verano de cardiopatías raras pero con<span style="font-size: 12pt; -webkit-text-size-adjust: 100%;"> incidencia regular. </span></div><div><div><span style="font-family: ".SFUIText"; font-size: 17pt;"><br></span></div></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-27102583509140976712019-03-13T00:24:00.000+01:002019-03-13T00:28:40.872+01:002: aunque es de nocheMe gusta <div>no pensar en ti </div><div>porque así me distraigo y apenas te miro.</div><div>Te miro desde lejos y no te veo,</div><div>porque cómo iba a verte</div><div>si ya llevamos tiempo de espaldas.</div><div>¿Podrías mirarme cara a cara?</div><div>Lo verías todo.</div><div>Y entonces sé </div><div>que serías tú </div><div>quien dijera.</div><div>Y el punto y final se adelanta, y todo se queda a medias, en standby; siempre vivimos en standby, porque siempre hemos sido así mutuamente. </div><div>Pero me está gustando este standby. Me gusta no acordarme de ti, y me gusta darme cuenta por las mañanas cuando ya ha pasado la noche. Me gusta esta pausa porque mis sinapsis, por primera vez en mucho tiempo, se han relajado, y, aunque pueda parecer contrario, tengo la dopamina por las nubes.</div><div>Y avanzo; en qué dirección; te lo diré cuando llegue.</div><div>It makes me feel dizzy.</div><div>C u (‘cause I always saw you).</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-9971338652339836812019-03-09T03:12:00.000+01:002019-03-25T00:23:09.770+01:001: either you swim or you drown <font color="#000000" face="sans-serif" size="3"><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">A veces me gusta escribirte como las matemáticas (¿he llegado a contarte que es mi carrera pendiente?), de una forma exacta, precisa y directa; pero en esas ocasiones el destino es más caprichoso que nunca, y siempre tengo cerca un papel. Cuando llego a este punto me invaden la vergüenza y la locura, pero también la claridad y la cordura, y escribo de una forma tan cruda que resulta revelador. Leerme en esos momentos me hace avanzar. Tengo que admitir que, cuando escribo de una forma directa, hay tanta rabia en mis metáforas que pierden su esencia, como la madera que olvida que alguna vez fue un tejido vivo y se condena al fuego; y entonces soy directa y no me ando con preámbulos. Si algún día me leyeras, posiblemente correrías. </span></font><div><font color="#000000" face="sans-serif" size="3"><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Pero jamas dejaría que esas palabras fueran tecleadas. Cuando ese sentimiento anida en mi estómago, crece a tal velocidad que solo las transmisiones neuronales nerviosas pueden seguirlo, y entonces mis nervios se coordinan y solo mi mano puede responder; créeme, no es que no quiera escribirlo, es que solo escribiéndolo en papel soy capaz de dejarlo salir. Si no me vaciara de vez en cuando ya habría abandonado. </span></font></div><div><font color="#000000" face="sans-serif" size="3"><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">La versión que conoces de mí es tan subjetiva que no estoy segura de que se corresponda con lo que soy de verdad, pero quien me conoce sabe que solo el papel dice <b>siempre</b> la verdad, no matter what. Conóceme a tu forma. Imagina cómo soy. ¿Cuanto conoces? Haz una porra.</span></font></div><div><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); color: rgb(0, 0, 0); font-family: sans-serif; font-size: medium; -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Conocer los secretos de alguien no es conocerlo, al menos no del todo.</span><br><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); color: rgb(0, 0, 0); font-family: sans-serif; font-size: medium; -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Haz una nueva porra.</span><br></div><div><font color="#000000" face="sans-serif" size="3"><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%;">Creo que siempre me decepcionó que no supieras leerme, leer en mí; pero cómo pedirte un C2 de un idioma del que apenas posees el B1. Ya me estoy yendo otra vez, pero lo que quiero <i>(quizá <b>necesito</b>)</i> es que entiendas que lo inaccesible que hay en mí está mucho mejor así, inaccesible, de forma que no puedas decepcionarte.</span></font></div><div><font color="#000000" face="sans-serif" size="3"><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%;">Pero este no es un manifiesto doloroso. Ni siquiera de rebeldía o rencor. Este es un manifiesto de aviso y vacío, y no será el último.</span></font></div><div><font color="#000000" face="sans-serif" size="3"><span style="caret-color: rgb(0, 0, 0); -webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.301961); -webkit-text-size-adjust: 100%;">3:23 am </span></font></div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-48984847234235053812019-03-02T14:09:00.000+01:002019-03-02T14:26:24.464+01:00cocaínaClaro que siempre tendré cosas que decirte, como ese comentario que se queda entre los dientes y purga por salir; pero mis labios aprietan más fuerte.<div>He pasado del “te siento” al “lo siento” tan rápido que no entiendo el proceso, pero confío en mi mente -como siempre he hecho- como mi máximo poder. </div><div>Siempre me quedaré con ganas de decirte todo lo que ya sabes, lo que está ahí, pero que hasta que no forme con palabras y le de voz, no será real. El problema es que si lo digo, no habrá vuelta atrás, pero tú seguirás y yo me quedaré clavada; es mucho más difícil de lo que parece cuando se me traba la lengua y se me atasca el cerebro y no sé qué decirte.</div><div>Habría sido mucho más fácil escribírtelo. </div><div>Muchísimo más, con tal de no tener ese sabor a despedida. “Hasta cuándo”; hasta cuándo si ya estoy hasta el cuello. </div><div>With the same damn hunger.</div><div><br></div><div>Jamás se me ocurriría decir que eres como un cancer, jamás haría tal demagogia de la ciencia, ni la usaría para tal fin. Pero sí eres como la cocaína; siempre voy a querer volver a ti, en todos los sentidos, pero sé que me acabarías consumiendo antes de que me diera cuenta. Porque yo siento fuerte, aunque sienta poco, y soy hermética, y por eso necesito que aprecies el valor de decirte a la cara -a los ojos- lo que podrías llegar a ser para mí. </div><div>Yo siento fuerte, y eso quiere decir que si me dejo llevar no podría soportar que tú siguieras como hasta ahora, porque no es recíproco. </div><div>Si sigo consumiendo acabaré con el sistema nervioso destrozado (sin necesidad de metáforas) y llegará un punto donde necesite más, pero no podré aumentar la dosis; y entonces me veré adicta y con el mono. Craving. ¿Y entonces qué?</div><div>Dices que puede no pasar. </div><div>Pero lo sé.</div><div>Y yo me recompongo sola.</div><div>Pero elijo cómo me rompo.</div><div><br></div><div>Selfish.</div><div><br></div><div>Pero me moriré de ganas de habértelo dicho, de no haberme girado. De haberme quedado ahí, donde me gusta estar aunque sepa que las autoridades no puedan enterarse.</div><div><br></div><div>Fin del prólogo. </div><div><br></div><div><br></div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-79454946407557306842019-02-17T02:01:00.000+01:002019-02-17T02:22:16.583+01:00bouncingTengo tantas tormentas ahora mismo que ni siquiera sé cómo hablar de ellas.<div>La más importante es la que menos importancia tiene, pero descarga tan a menudo que a veces dudo de su naturaleza; llegan lluvias torrenciales desde el foco (siempre el trópico) y convierte el calor en infierno, tanto que hasta el hierro se funde. Y entonces pierdo mi fuerza, toda la que pueda tener, y pierdo el poder de pisar fuerte. Esa tormenta arrastra todo mi potencial, todo mi arsenal, y rebota en cada reflejo haciéndose más fuerte. Hay días en los que solo queda el eco de lo que un día pudo ser un terremoto; pero otros el mar cobra vida, y nace un maremoto, y entonces no puedo dejar de llorar. Esta tormenta me hace sentir pequeña, paradójicamente, y genera tal impacto que hasta acarrea repugnancia; en este orden, siento asco, y solo queda esperar a que pase. Duele tanto, que hubo un momento de mi vida en que pensé que podía más, pero no es verdad. Esta tormenta ha tenido tantas recidivas que apenas recuerdo estapas en las que no haya estado en guerra; los más cercanos sabéis las peores, pero he de confesar que ha habido más. Que, diariamente, siempre hay más. </div><div>En un plano siempre paralelo está la tormenta meridional, que empieza en mi parte racional y llega hasta los pies, partiéndome en dos y haciendo que la parte más sensata que hay en mí arda hasta morir. Cuando esta tormenta estalla, genera en mí una soledad que no sé cómo describir con palabras, que no duele, pero que da forma a tantas preguntas que no sé responder, que mi cabeza empieza a girar y me mareo. Esta tormenta es fría y poderosa, y da lugar a espirales profundas que hacen que me pierda y pierda de vista mis preferencias. Me hace sentir débil ante la mujer que quiero ser; pero no puedo evitarlo. Esta tormenta ni siquiera nace en mí, pero la alimento sin querer, y cuando ataca, he de admitir que lo tengo merecido.</div><div>Como las cabañuelas en verano, tengo otras tormentas que nacen de las anteriores, y que atacan igual de fuerte y descargan, pero pasan y dejan calma hasta que vuelven. Dejan un tiempo que normalmente va lleno de orgullo, y de promesas, de compromiso y de propósitos; pero suelen ser mentira. Cuando atacan, dan fuerza a las otras dos, y entonces no sé cómo ser yo misma. </div><div>Supongo que, por esto, yo no podía ser de otra forma; de ninguna otra forma que no fuera un huracán. </div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-21552058116375741852019-01-28T01:05:00.000+01:002019-01-28T01:32:47.909+01:00asesinato de primer gradoMe miras como si no supieras nada, y lo sabes todo. El clásico apuñalamiento siempre asociado a los crímenes pasionales parece innovador cuando proviene de ti; porque siempre eres tú, asesinándome a mano armada, cuchillos que vuelan de pupila a pupila. Y me ciegas, y estamos en igualdad de condiciones.<div>No me gusta nada de lo que implicas, no me gustan tus principios, ni me gustan tus formas ni tus maneras de proceder. Tampoco me gusta cómo eres, aunque sí <i>cómo</i> eres conmigo. Me gusta que hagas que cada vez que nos vemos sea carnaval. Siempre batallamos gestas en una guerra que no se acaba por mucho que lo intente, y me estás consumiendo dejándome en cenizas; y todo eso sin fumar. El día que abrí los ojos fue liberador, tedioso y tortuoso, pero casi rozaba la levedad. Entré en un bucle (el cual no creerías a menos que lo hubieras visto) del que ni siquiera “the night we met” pudo sacarme. Me encanta esa canción, y hasta ese día había sido totalmente efectiva; pero ese día tuve tres resacas y ni si aún así pude vaciarme.</div><div>La primera resaca fue por el alcohol, y fue la mejor de las tres a pesar de ser la peor que tenía en mucho tiempo.</div><div>La segunda vino disfrazada de rabia, de orgullo y de promesas de cambio que muy en el fondo sabía que no sería capaz de cumplir. Porque no me gustas, es algo meramente físico, pero estás jugando tan bien tus cartas que tienes un poder que no mereces.</div><div>La tercera estaba encubierta, y no fui consciente de ella hasta mucho después, pero desde ese día estaba ahí, anidándose y tomando forma. La diferencia entre disfrazada y encubierta es simple: en el primer caso la resaca estaba ahí, aunque fuera con otra forma diferente a la original, pero la encubierta no solo no dio la cara, sino que aguantó la respiración e hizo imposible su detección. Pero ahí estaba, vaya si estaba. Esta es la peor, y resurge por las noches (sobretodo cuando bebo) y me deja a mí sin aire. </div><div>Quiero que me dejes respirar, y es un ultimátum en segunda persona del singular porque tú tienes la culpa. Porque me miras como si no supieras nada, te respaldas en la ausencia del delito y eres el mejor abogado de defensa; pero lo sabes todo.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-83954718959511668832019-01-01T18:01:00.000+01:002019-01-01T18:12:29.589+01:00Dámelo Ha sido un placer, un verdadero placer. Cuando era pequeña me encantaban este tipo de juegos (siempre en otro contexto, obviamente no he tenido siempre esta forma de interpretar lo que me rodea), y -supongo- de ahí viene mi afición por las novelas de misterio; me puede la necesidad de más, siempre más, la sensación de control que se me escapa por poco de las manos, y el no saber cómo acabará pero siempre intuirlo. Contigo todo ha sido siempre así. Desde el principio era un juego, y aunque nunca he sabido cómo ni cuándo (y esto último es lo que más me ha hecho seguir, pero lo que me ha vencido, lo siento) iba a acabar, sí tenía claro que algún día todo iba a tener que darse la vuelta. Desde aquella primera noche, tan lejana, se me presentaron las reglas, y los inconvenientes, y tomé una decisión; pero tú creaste un escenario totalmente diferente que hizo que yo aceptara (primer error, no es difícil de adivinar). Y después todo fue montándose sin que me diera cuenta, con más variables y factores, y ahora estaba en el punto de presión crítica, como una olla exprés que se abre o explota. Pensaba que estaba cerca, porque estoy lejos, y eso es una ventaja; deshaciendo implicaciones y poniendo tierra de por medio, literalmente hablando, creí que podrías ver que en realidad todo había sido siempre visceral. Pero yo solo cuento con mi punto de vista y lo subjetivo de lo que tú puedas mostrar y yo pueda interpretar (segundo error). <div>No eres criptonita, eres algo a saldar. Eras.</div><div><br></div><div>Pero ya no volverás a serlo, o al menos no de la misma forma; te he cazao. De repente, te he visto de una forma tan clara que casi me ciega la sorpresa, aunque muy en el fondo no sea sorprendente en absoluto -at all-, y no quiero volver a jugar, no quiero que vuelvas a jugar conmigo (tercer error, la diferencia es abismal). </div><div>Ha sido un tiempo perdido-invertido, pero ahora sé que cerrar es parar. </div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-27592870586002099592018-03-16T22:10:00.001+01:002019-01-01T18:13:05.002+01:00S H A R PLlevo varios días dándole vueltas a esta idea, y he de admitir que aún no tengo del todo claro la forma que quiero darle; me encantaría poder decirte todo esto a la cara (mirándote a los ojos y a ver qué analizabas entonces) pero no tengo el valor ni la intención de hacer más daño, así que acallaré esta necesidad -egoísta hasta la médula- poniéndolo por escrito y haciendo de esto un intento de manifiesto fallido.<div>Por mucho que me moleste tener que admitirlo, estás mucho mejor sin mí. Sé que tienes la sensación de que solo he sabido lo que quería cuando ha sido tarde, pero mi orgullo necesita que deje constancia de que no es así, de que llevo moldeando ese sentimiento desde septiembre, con el detalle de que cuando ya lo había tenido al sol y al viento y estaba segura de querer dar un paso firme, tú le diste la vuelta a todo e hiciste que fuera en falso; y me caí. Pero me levanté, y lo logré justo para la cuesta, para la guerra y la batalla, para ganar; ganar todo lo importante, pero no ganarte a ti. Creo que después de todo esto puedo decir que durante la embestidura usé un par de cartuchos para ti, pero después de la estocada final me quedé sin fuerzas ni ganas ni razones para seguir atacando -justicia poética I guess-, así que me retiré.</div><div>Estás mejor sin mí así, de forma que puedas ser tú mismo desde el principio, con una mente clara donde puedas nadar sin miedo a los tiburones; porque soy tóxica, y no puedo evitarlo. </div><div>De tanto pelear conmigo misma he formado una trinchera y ya no sé de qué me escondo, pero lucho contra toda estimulación parasimpática que implique la tríada hormonal fatal, que lleve a la liberación de dopamina, serotonina y adrenalina que pueda hacerme sentir algo. Y tú estabas ahí, animando a ese bando que algunos ineptos no adeptos a la ciencia llaman corazón o alma o vete a saber qué, pero formando conexiones neuronales nuevas, o haciendo plásticas uniones ya existentes, pero haciendo que mi torrente sanguíneo se convirtiera en el correo mensajero de guerra. Cada noche una odisea. Hasta que te vi en otra batalla; y entonces yo rompí mis sacos, llené de arena mis cuevas y enterré todas las armas. Porque ahí me reconcilié con mi cabeza, y lloré porque la ausencia de una bandera blanca en mi desierto. </div><div>Por eso sé que estás mejor sin mí, y ojalá consigas encontrar en guerras extranjeras la paz que anhelas, porque tu espíritu tiene esa naturaleza y solo así podrás aullar.</div><div>(23/3/18)</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-8033063566123224252017-04-12T03:16:00.001+02:002017-04-12T03:18:27.545+02:00El amor, como la moneda, puede devaluarse. Cuando experimentas un amor tan grande, puro e incondicional -palabras únicas saliendo de mis labios- ningún otro tipo de amor está a la altura, y, en consecuencia, nada puede parecer suficiente. No estoy diciendo que esa sea la causa de mi frivolidad de espíritu, pero es así.<div>Desde que te vi por primera vez súper que iba a quererte siempre. Conocerte poco a poco y ayudarte a ser quien eres (y quien puedes llegar a ser) ha hecho que te conozca tan bien que dudo que nadie vaya a resultarme tan fácil ni tan difícil como tu; el tiempo contigo ha sido la mejor manera de ver que no hay pelea fundada, sino perdones cobardes y razones abstractas, y que si es contigo todo "lo siento" merece la pena. Eres el único hombre -y si me apuras la única persona- por la que soy capaz de tragarme este orgullo tan mío y hacer todo lo que me pidas, porque eres, sin duda alguna, el hombre de mi vida. Y desde que te vi por primera vez supe que iba a quererte siempre, aún sin conocerte y sin saber que clase de persona se escondía en ti, sabía que iba a quererte siempre y más que a nadie en el mundo. </div><div>Y eso siembra la clara y pesada razón de que nunca ningún hombre me entenderá como tú, y que yo nunca podré querer a ninguno más que a ti, por lo que todos están condenados a vivir a tu sombra mientras que yo disfruto tu luz.</div><div>Atte: tu hermana.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-82137063561450608412016-12-29T02:26:00.001+01:002016-12-29T02:26:57.227+01:00Pensaba el almirante que el capitán se había vuelto de raso, que había colgado las medallas para ser otra vez soldado. Olvidaba el almirante, siempre hecho a la burguesía, que un capitán es capitán siempre, y lucha y aguanta cuando el barco tira a la tormenta.<div>Cuando llegan las olas y voltean la realidad, y lo inundan todo, sabe el capitán que su lugar está con su barco, cabeza abajo en la arena y con los pulmones encharcados. Y cuando el sol lo despierte y carcoma la arena de los mástiles y la tela de las velas, sabe un buen capitán que de nada sirve lamentarse o enfadarse, que su objetivo ha de ser el de reparar su barco, y cuidarlo porque es lo que lo salva del mar ahí fuera.</div><div>Me pido capitán.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-143360323792785742016-11-04T00:16:00.001+01:002016-11-04T00:16:06.876+01:00No te conozco, pero hemos tenido relaciones muy estrechas, casi sin espacio diría yo. Muy físico, muy animal, muy natural; un momento de locura, pero da igual. La cuestión es que más allá de un día y una noche y aparte un fin de semana, no te conozco, tenemos la confianza de dos extraños que se sienten cómodos, con labia, con gracia, toda la confianza que se puede tener cuando yo he sido yo y tú has sido tú durante aquel día y aquella noche y luego ese fin de semana. Sin embargo, tengo esa increíble sensación de las cosas que se saben sin saberse que tú y yo podríamos habernos llevado muy bien, podríamos haber sido esa clase de amigos que se entienden, y lo creo porque aún sin conocerte se mucho de ti, igual que tú de mí. <div>No te conozco más allá, pero sé que me gustaría conocerte como la confianza deja, saber de ti y saber por qué, porque sé que podría entenderte realmente bien.</div><div>No te conozco, pero aún sin conocerte no somos extraños, y la cercanía nos sentaría muy bien.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-17188055012250002062016-07-15T23:56:00.001+02:002016-07-15T23:56:37.073+02:00«Tú antes escribías poesía, y si antes escribías poesía era porque antes eras algo más parecido a poesía»<div>Poesía es ser en esencia, sin senescencia (ya escrito), es ser y aceptar lo que es ser, la forma en que se es y conocer el límite entre ser poesía y no ser poesía.</div><div>Las dos caras del gusto son las dos caras del papel y de la cinta, las subidas y las bajadas, y a ver cómo descifras la poesía cuando solo quede prosa.</div><div>Mira, no es tan complicado, los humanos somos grises, y en escalas de grises tendemos hacia el blanco y hacia el negro; yo no iba a ser menos, y como tal tengo el blanco y tengo el negro, todo escondido en el puño. Pero jugando a hacer poesía se me olvida qué es serlo, y al final acabó con las manos cerradas y los ojos más aún, sin saber que encontraré cuando abra las palmas y extienda los dedos.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-4795102926929688602016-07-15T21:26:00.001+02:002016-07-15T21:26:25.054+02:00Bajo control<div style="text-align: justify;">
El día que me vaya, espero que ninguno de todos vosotros se arrepienta de nada. </div>
<div style="text-align: justify;">
He pensado esto tantas veces que ya no estoy segura de que alguien lo haya escuchado, porque tengo que aceptar que a veces lo pienso tan fuerte que lo grito.</div>
<div style="text-align: justify;">
El día que me vaya, espero que tú tengas claro que te he admirado de forma plena durante muchos años de mi vida, y que, aunque nunca he dejado de hacerlo, tengo que decir que cada vez lo hago en menos medida; conforma ha ido pasando el tiempo, partes de mi admiración han pasado de lamentarse por el temor de no ser nunca como tú a la tranquilidad de saber que nunca seré como tú. Cuando me eches de menos espero que entiendas que el control que crees tener sobre mí no es más que un fantasma y que tu obsesión por el orden no puede atravesar mi piel. </div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando no esté, espero que tú, y precisamente tú, seas quien más me eche de menos porque te he decepcionado tantas veces que el orgullo académico no va a ser nunca suficiente. Sé que te gustaría que fuera de mil otras formas (fíjate lo que te digo, no de otra forma, sino de mil otras), muchos menos y mucho más de todo, pero no puedo remediarlo. Espero que algún día entiendas que todas tus opiniones sobre mí son erróneas en prácticamente todas sus dimensiones: no me guían las pasiones que crees que lo hacen, no me gustan las cosas que crees que me gustan y soy capaz de hacer muchas menos cosas (y muy diferentes) a las que piensas; mi vida no es esa espiral que crees, pero no por eso es una línea bidemensional.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando esté lejos, espero que tú, que has sido siempre, desde que mis recuerdos son nítidos, la persona que más he querido, entiendas un poco más las cosas. Me gustaría que valoraras ciertas cosas y, más que nada, que reestructuraras tu pirámide de valores, de orden y prioridades. Ojalá que algún día estés en mi piel y te veas sometido, y te aplasten y sientas la impotencia de que siempre te manden callar, y entonces entiendas que mi actitud no solo se debe a mis cojones. También espero que todo eso no te haga pensar que la mejor opción es, entonces, callarte y agachar la cabeza: lucha, siempre, sin importar el contexto.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tú sobrevivirás bien, porque sé que te mantendrás. Pero espero que llegues a entender el verdadero enfoque de todos los problemas que te he contado y solo entonces imagines todo lo que no te he contado y por qué nunca lo he hecho (o nunca lo haré). No sé, tú no tienes la culpa pero eres parte de mi epicentro, y contra eso no hay remedio alguno que puedas poner, solo soy yo la que puede hacer que el terremoto se mantenga a raya.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando no esté, espero que tú no me eches de menos más allá de lo poco dilatado que es el tiempo, pero espero que un día antes de dormir entiendas que no somos iguales, que no puedes compararnos y mucho menos equipararnos, y me da igual que eso me deje a mí por debajo; solo quiero que entiendas de una vez por todas que la sal y la pimienta, por muy complementarias que puedan llegar a ser entre sí y puedan hasta confundirse, no son lo mismo, y no puedes esperar que la sal sea picante (por mucho que pueda parecerlo si se abusa), ni que la pimienta sea salada, por mucho que abuses. Ya ves,con las personas es igual, y aunque ahora mantengas el cerebro en ese punto y te parezca inamovible, espero que con el tiempo aprendas a ver los infinitos círculos concéntricos que existen.</div>
Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-28861302689289178302016-07-15T00:35:00.001+02:002016-07-15T00:35:30.950+02:00Hemos vuelto a las andadas, hemos vuelto a ver el solSegún la teoría heliocéntrica, aceptada en un convenio de cerebros superiores como cese de las discusiones de si el ombligo del cuerpo se corresponde con el del mundo, que el sol es estrella única y multigravitacional capaz de atraer hacia sí cuerpos enormes con capacidad propia de movimiento, los cuales a su vez ejercen fuerzas atractivas sobre sus propios astros; en este punto entran en juego la Tierra y la luna. La Tierra, antivoluntariosa pero dinámica, gira en torno al sol sin otra opción que la de salir disparada de órbita, y lo mismo le ocurre a la luna, subordinada por su tamaño a la Tierra y al sol. Pero, ¿qué pasaría si la luna no hubiera elegido ser así de pequeña? ¿y si escapara de su mano es no emitir luz como el sol? ¿quién iba entonces a explicarle a la luna que en torno a ella no giran otros planetas, ni siquiera otros astros?<div>Los caminos al sol son suaves, calientes hasta la llama, y valientes quienes corren. Pero cuando el sol se pone en un hemisferio terrestre y el otro se ve obligado a conformarse con la luna, la tierra huye del rechazo y admira otras pequeñas estrellas y su brillo (y su rollo) y entonces aumenta aún más la veneración que siente al sol y sigue girando, convirtiendo su destino en un infierno placentero, un castigo meno a severo. </div><div>"Qué trágico es vivir a tu sombra"</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-73013575359211833442016-05-07T01:20:00.001+02:002016-05-08T20:09:17.728+02:00Llevo ya un tiempo pensando, en que quizá te deba el contarte esto. Sea como sea, los dos sabemos que nunca iría a hablar contigo y charlar, por lo que esta es la justicia menos poética pero más justa de todas las que se me ocurren.<div>Llevo un tiempo acordándome de ti; no me preguntes por qué pero te veo en gestos de la gente. La semana pasada sin ir más lejos había un chico que se movía exactamente como tú cuando estabas de pie maquinando dios sabe qué, y cuando lo vi de perfil desee no tener que saludarte ante la certeza (casi inminente) de que eras tú. Sin embargo no eras tú.</div><div>A veces me acuerdo de sitios en los que estuvimos, paso por ellos y nos veo como fantasmas, como imágenes casi palpables de cuando nos gustaba estar juntos. </div><div>Y te recuerdo con algún tipo de nostalgia; no te echo de menos ni echo en falta nada de lo que era mi vida contigo, pero después de tanto tiempo y tantos sentimientos más allá de ti y tu rencor y tu venganza y tus cuchillos, aún conservo buenos recuerdos contigo. Esto no es ningún tipo de disculpa o excusa, ni siquiera quiero volver a verte o poder hablar contigo, esto es simplemente una esquina de la bandera blanca que saqué (y luego rompí) en señal de agradecimiento por esa milésima parte que no fue tan mala.,</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-84555813669554060692016-05-02T00:28:00.001+02:002016-05-02T00:28:55.200+02:00Lo más obvio que he heredado de ti es el carácter, la tozudez y esa manera de no querer dar mi brazo a torcer (curioso que en puntos de vista demasiado opuestos). De ti he sacado la rabia, la fuerza contenida en las palabras, la desmesura del no pensar y dejarse llevar al hablar, el sentimiento de culpa en el silencio y el orgullo demasiado alto para aceptarlo o pedir perdón y aceptarlo. <div>De ti he heredado los gestos; y no sólo literalmente -he heredado cada arruga de tu cara habida y por haber-, sino también metafóricamente. He heredado tu ironía cortante, tus cuchillos lanzados a doble filo y todas las maneras que delatan lo que pienso como si mi cara fuera un libro abierto.</div><div>He heredado el carácter, el descontrol.</div><div>Pero también la fuerza que desprendes cada vez que hablas, el poder de convicción que tienes y esa forma de hacer que cualquier problema tenga otro punto de vista. De ti he sacado esa fuerza que pensaba que sólo tú tenías cuando te veo llegar por las noches con los ojos medio cerrados y de repente te veo renacer para ayudarme cuando me ves agobiada. Esa fuerza para seguir cuando no puedes más, para enfrentarte a la vida y poder, y sacar siempre energía de los momentos que dejarían exhausto a cualquiera. Me has enseñado a tenerla, a mirar hacia arriba cuando estoy tan ahobiada que sólo sé llorar, a mirar con los ojos bien abiertos, a cerrarlos y a decirme a mí misma que yo puedo, y poder. De ti he sacado el coraje para defender mis opiniones, el poco control para no saber agachar la cabeza ante lo que no veo justo y la educación para hacerlo bien. He heredado las ganas de saber, y sobre todo he aprendido a tener paciencia.</div><div>Gracias por ser siempre mi mayor fan, por creer en mí aún cuando solo soy polvo y cenizas, por ver ese fuego que puedo llegar a crear. Me has enseñado a no conformarme, me has dejado ser libre e independiente, equivocarme cuando estaba segura de que tenía la razón. En mi está el resultado de una vida llena de porqués sin respuesta pero con un constante ánimo a encontrarla, con una esperanza plena para buscarla. </div><div>Gracias por lo bueno, gracias por lo malo, gracias por todos los días y todas las noches, por la paciencia que has tenido y la que aún te queda por tener.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-23230077744519246292016-04-11T00:17:00.001+02:002016-04-11T00:17:28.367+02:00No me atrevo a decírtelo, pero me haces falta. No sé si normalmente me entiendes cuando hablo, cuando a expensas de las consecuencias intento decir todo lo que pienso, pero sé que sabes que escondo mucho, que a pesar de las barreras que ya hemos tirado hay muros que son enormes, infranqueables. <div>A veces necesito que me ayudes, que me digas esa verdad que sé que está ahí, latente, siempre invisible, porque a veces me muerdo la lengua por no gritarte en la cara que la sinceridad no es ningún pecado para el alma. Una muestra, una ráfaga, una grieta, algo, rómpete un poco y enséñame la incandescencia. </div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-2557531622328133902016-04-05T20:03:00.001+02:002016-04-05T20:03:14.728+02:00A esto no se le puede llamar transparencia. Nos une tanto que no nos une nada en la intimidad. <div>El punto en el que el temor a quejarse prevalece por no parecer victimista no es una buena señal, y es peor aún si tienes en cuenta que a cada problema ni si quiera se le intenta poner solución.</div><div>Qué cojones nos ha pasado.</div><div><br></div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-69269517853071881612016-04-02T01:36:00.001+02:002016-04-02T01:36:43.490+02:00"Me gustas con los ojos cerrados"Y no es que no me gustes por fuera o que tu aspecto no encaje con la belleza -sweet-, lo que ocurre aquí es que la expresión "me gustas" encierra cánones y sentimientos que me provoca tu interior.<div>Intentaré explicarme mejor.</div><div>Me haces fuerte; cada momento que archive para el recuerdo contigo en mi baúl enriquece la fortuna que significa la pureza, las ruinas de mi pecho consumido son un poco menos negras cada vez. Me gusta tu forma de ser, y me gusta más cuando se junta conmigo porque me hace sentir segura, ¿dónde están los monstruos ahora? Cada tontería y cada gesto provoca que te elija s ti, a ti, a ti; que me haces brillar. Brillar significa destacar (como cuando te ríes muy alto y todo el mundo te mira, a mí me vale). </div><div>Por cada cosa y niñez me gustas, pero no me gustas de esa forma física y pasional en la que se gusta la gente; me gustas en el mero sentido de la palabra, en el de "atracción más allá de". Me atrae tu forma de ser, pero no de esa forma en la que se atraen los amantes que se completan, sino como lo hacen los hermanos; hay vínculos que no se pueden clasificar. Me gusta decir que me gustas y confundir al mundo, porque tú no me gustas -sweet-, y sin embargo me gustas. </div><div>Que ridiculos suenan los que se empeñan en extrapolar el sentimiento: si la pasión va de la mano de la piel y no hay pasión, entonces queda lo real y no lo efímero, que es lo de debajo de debajo de debajo de la epidermis. Y ahí es donde estás tú.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2725660569596625311.post-38083541834755855502016-03-25T20:08:00.001+01:002016-03-25T20:08:37.921+01:00Acción poética en prosaEs una verdadera pena que tú no sepas como hacerlo, y es una verdadera ironía -de las de diccionario además- que gracias a eso yo sepa perfectamente cómo hacerlo y, más importante aún, cómo no hacerlo.<div>Gracias por tanto y por nada.</div>Maria Jones (:http://www.blogger.com/profile/17703147255914609252noreply@blogger.com0