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miércoles, 23 de abril de 2014

Now I've said too much

¿Por qué siempre acabo pidiendo perdón? Rogando por compasiones que no me corresponden ni me pertenecen ni ne hacen gracia, ¿por qué tengo que andar con las cadenas de los otros? Se me da la vuelta el negro y el enfado pasa de mano en mano hasta enterrar, y me pesa el orgullo como una bola que no me renta arrastrar. Demasiado esfuerzo para unos brazos ya cerrados, demasiados 'no' para los necesitados 'si'. Me cansa rogar y pedir, no merecen la pena porque siempre me como toda la mierda de la misma manera. ¿Pero y yo qué culpa tengo esta vez? Un día me pelearé con alguien porque al lunes no le de la gana abrir el chiringuito de la semana. Me duele la cabeza y los problemas más me gritan.
Me conoces, y tú. Me teneis bien calada, me conoceis tan bien que hasta por mí podriais hablar. Pero no, mejor no, mejor aprovechar la facilidad de callar y pedir y atacar. Eso no se hace. Así no van las cosas.
¿Y yo qué he hecho esta vez?

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