.

.

jueves, 5 de septiembre de 2013

De verdad que no es necesario que me digas que lo único que hago es dar por culo y molestar y que nunca hago nada bien. Es todo un detalle pero podrías ahorrartelo. También podrías guardarte para tus adentros el gritarme como una loca diciendome que me vaya y que te deje comer tranquila. Y bueno, ya que estamos, espero que te guste la comida y que hayas notado que he limpiado toda la cocina despues de cocinar. Tampoco es necesario que ne obligues a comer como cuando tenía dos años porque de eso hace ya quince; si te digo que no quiero comer porque se me ha cerrado el estómago, lo peor que puedes hacer es imponermelo. Dame argumentos azonables cuando te pido una cosa y me dices que no cuando ni he acabado la frase. Tú te matas un poco más en cada cigarro que te fumas y nadie puede tocarte el tema, pero yo no puedo hacerme un pendiente porque a ti no te gusta. Creo que de te olvida que soy yo la que te compra el tabaco en el bar de abajo y que sé perfectamente cuanto te duran, por lo que mandarme callar con un "tú no tienes ni idea de nada" no es un argumento válido; aunque como no, me lo trago y me callo. Eso sí, no te cortes luego en decir que no te cuento nada porque cada vez que quiero hablar contigo tienes mejores cosas que hacer... Como hablar por teléfono y reñirme cuando yo me paso de la media hora. Muy comprensible todo. Te quiero, pero cada vez me cuesta más decirlo porque cada vez que me gritas que soy una desgraciada y que no me merezco ni el aire que respiro me haces daño, y me alejo un poco más para que así tus flechas no me acierten.
PD: Que aproveche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario