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jueves, 19 de diciembre de 2013

"Mírame"

Me gusta la palabra mirar porque refleja lo que más admiro. Me gusta el complejo sentimiento que esconde una mirada y me gusta el parpadeo que las crea. Abordar los ojos de las personas en el día a día es fácil, ¿qué me dices de invadirlos por popa? Un guiño, una mirada con descaro y hasta una que acabe de ser liberada con sed de sangre. La pregunta correcta no es plantearse un por qué, sino un por qué no. La verdad es que una sola mirada basta para matarme y mandarme de cabeza al infierno; y a ver quien me trae de vuelta entonces. Mi mal humor momentaneo, mis rencores, todo lo que me forma a diario, todo está en mis ojos, esos que maldigo cada mañana por no ser un poco menos chocolate, menos café. Mírame a los ojos y escucha; al principio serán marrones sin más, pero se tornarán rojos como el fuego que prende con las horas, y cuando sientas su calor los oirás contarte la historia de mi vida. Ese recuerdo muerto de cuando tenía cinco años, la ilusión de la navidad, mis poesías sin rima ni métrica y los abrazos que he cazado entre mis manos por guardar las formas. Si aún no te has quemado aprenderás a verme sonreir en la seriedad con solo mirarme, eso que a día de hoy no pueden hacer más de cinco personas. Los verás llorar sin derramar una lágrima, bostezar y susurrar, protestar por los de arriba y dormir por los de abajo.

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