.

.

martes, 16 de abril de 2013

Yo soy la vida que ya tengo, tú eres la vida que me falta.

Siempre has sido una persona realmente fuerte, más allá de lo que nadie diga o piense de ti. Siempre has sido capaz de construir barreras con tus sonrisas, fortalezas capaces de aislar el más desesperado de los llantos y transformarlo en una carcajada. Y ahora puedo verte en el límite, tambaleándote. Puedo sentir en mi espalda cada empujón, cada golpe, cada paso por la cuerda floja. Intento sinceramente rescatarte, pero es la impotencia lo que me invade cuando no puedo seguir tu mirada en la oscuridad. Siempre has sido toda una estrella, brillando con luz propia, siempre dejando una estela en tu camino, y ahora puedo verte apagándote poco a poco. Ya no siento tus abrazos cargados de euforia, no puedo leer ninguna sonrisa en tus labios, no puedo descifrar tus miradas, no puedo ver la luz que solías desprender.
"¿Qué te pasa, estrella? ¿Acaso se ha apagado tu luz de tanto brillar? ¿Acaso necesitas un descanso? No te preocupes, puedes parpadear todo lo que quieras siempre que me prometas que volverás a brillar"
Desde pequeña siempre quise ser como tú, tenías todo lo que yo había deseado y, lo mejor de todo, siempre estabas ahí, dispuesta a ayudarme y a hacerme sentir que era tan especial como tú. Siempre como el agua y el aceite, como dos gotas de lluvia. Opuestas e idénticas a la vez. Linkin park y Extremoduro. Guitarra y bajo. McFLY. Amarillo oro y marrón mierda. Y ahora, puedo verte en el límite, tambaleándote.
Tus miradas en los momentos desesperados siempre han sido suficientes, te prometo que nunca he necesitado nada más. Siempre has tenido esa extraña habilidad para cautivar las mentes humanas, para sorprender, para alumbrar cualquier rincón de oscuridad, para hacer sonreir a la gente. Levantar castillos, crear armaduras, organizar luchas; capaz de todo y más. Y sigues siendo fuerte. Vamos pequeña, saca esas agallas y muéstrale al mundo de lo que eres capaz, demuestra que no estás hecha para pasar desapercibida; enséñales a todos ese poder que tienes para brillar, porque es para lo que has nacido. Quiero que tus sonrisas vuelvan a guiarme, quiero que vuelvas a ser como mi segundo par de ojos, que tu voz sea tan firme que pueda hacer que te encuentre aún en la oscuridad. Porque sé que puedes.
Y porque sé que mi mano puede ser como el más firme de los amarres para hacerte volver. Para hacerte retroceder y hacer que puedas escapar de la boca de la rutina, descansar y observar lo que has conseguido. Sé que puedes volver a tierra firme, pequeña, yo sé que puedes. No quiero verte ahí, en el límite y tambaleándote porque te mereces la más grande de las cimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario