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lunes, 15 de agosto de 2011

You're gonna go far, Kid.

Ella era una persona normal. Salía los Sábados disfrutaba con sus amigos y bebía, lo justo, pero solo porque le gustaba, nunca para ser guay. Adoraba el Ron con Coca-Cola, simple y delicioso. Le gustaba verse guapa, maquillarse, peinarse, vestirse y mirarse al espejo pensando "Hoy va a ser tu noche Preciosa!".
Iba a la ciudad en sus mejores tacones, con su bolso favorito y su colección de pulseras. No era la típica puntual, siempre se retrasaba diez minutos, en rara ocasión llegaba a tiempo a algún lado. Dormía con una camiseta con el nombre de su grupo favorito, la misma que llevó en su primer concierto. Casi siempre llevaba la melena rizada recogida en un moño, y a menudo vestía con camisetas anchas, pantalones cortos y sus "Visctorias" negras. Le gustaba ir cómoda, a pesar de sentirse la reina del mundo encima de unas cuñas o tacones. Su armario no estaba precisamente lleno de ropa ajustada ni de última moda, al contrario, pero era Feliz con lo que tenía. Como cualquier otra chica, le gustaba ir de compras, y siempre había alguna prenda que la enamoraba, pero que rara vez se podía permitir. Se maquillaba casi todos los días, solo la raya de ojos, le gustaban asi sus ojos. Casi siempre llevaba brillo en los labios, le encantaban sus labios, era carnosos y, en su opinión, sexys.
Sin embargo, cada vez que se arreglaba y se ponía elegante, se preparaba para salir, se miraba al espejo, se sonreía melancólicamente y se preguntaba, si en algún lugar de la Tierra, habría alguien que la mirara y pensara "Guau, es Preciosa"

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