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lunes, 13 de abril de 2015

Y de repente lo entiendes todo. ¿Cómo iba a ser de otra manera?
Al principio es más divertido que sospechoso, porque nadie existe que pregunte, que hurgue en lo escondido. Y de repente te estalla en la cara todo lo que llevas tiempo escondiedo, el proyecto de tu vida. Eso es, no es el proyecto de una vida, es el de la mía. El de la mía, el que creo y aguanto son saber como lo hago, el que -rezó para que- no se desmorone jamás. Y nadie lo entiende, ni siquiera yo, y es mejor así hasta que te das cuenta de que quedan rincones que barrer, polvo en las esquinas.

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