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lunes, 14 de octubre de 2013

Gomazo en la muñeca.

Conseguido, más que bien. Pido perdón por las decepciones, pero no me sale rentable querer asi.
Quiero que hablemos, que me cuentes por qué haces todo lo que haces y contra quien compites. ¿Por qué esa manía de colocar los folios de una determinada forma al estudiar? ¿Por qué esa actitud que te delata? ¿A quien intentas vencer? No es la satisfacción de vivir, es la necesidad de hacerlo a tu manera. Te presento la mentalidad de alguien que ha asumido que cada minuto se le escapa entre los dedos, y que correr tras él solo hará que pierdas todos los siguientes; por aferrarte a uno acabas perdiendo el resto. Quiero que hablemos, que me digas por qué corres sin rumbo. Sé que no es por dejarte llevar. No tengas miedo de decírmelo en voz alta, yo ya lo sé, no me va a sorprender. Sé que corres para huir y pensar en frío en como enfrentarte a lo que has dejado atrás para después volver, arreglarlo y poder marchar con la conciencia tranquila. Puedes estar tranquilo, eso no es mirar atrás ni vivir en el pasado; eso es invertir tu tiempo. Los errores que cometes se te acumulan formando surcos en tu futuro, y, a no ser que aprendas de ellos, más te vale andar de puntillas para no caerte y colarte por ellos; por cada lección que aprendes echas tierra en uno de esos agujeros y solidificas tu seguridad para seguir andando en paz.
Quiero que hablemos, que me digas todo lo que has aprendido a base de llenar tus lagunas. ¿No te asusta el ser consciente de las miles de cosas que morirás sin aprender? Porque a mí sí, y estoy orgullosa de este miedo. Me gustaría poder vivir mil culturas más y probar, y aprender, y no olvidar. Idiomas, conceptos. Leería todos los libros que se han escrito y los que quedan por escribir, todos y cada uno sin dejar ni uno a medias, porque dar calabazas a un libro es un gran error. Aprendería hasta el último segundo de mi vida. ¿Tú no?
Quiero que hablemos y me digas que va tan mal. Contra quien compites en la carrera que suponen tus días. Quiero que tengas el valor de decirlo bien claro y que me demuestres que no eres un cobarde, porque yo creo en ti (creo en ti, y eso significa que apuesto por ti, aunque pierdas). Sé que piensas que luchas contra la peor persona que puedes ser para mantenerla escondida y para eso intentas superarte día a día. Sé que por esta razón nadas a contrarreloj, o eso es lo que piensas. Que crees que compites contra el tiempo y te frustras porque crees que te está ganando; pero el tiempo no lucha contra nadie, el tiempo corre para vivir. Y la única carrera que sostienes a diario es contra ti mismo, y esa no puedes ganarla.

"-Se me olvidaba que tú no pierdes.
-Porque compito contra mi mismo"
Gracias por la frase que ha desencadenado el resto, virtuoso.

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