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sábado, 3 de diciembre de 2011

Los granos de arena que colocamos en aquel reloj siguen callendo.

Ya no tiene esa voz de niño, ni ese flequillo rubio invadiendo sus ojos azules. Ya no lleva esas zapatillas de deporte gordas, ni esas camisetas anchas, ni sus cintas para mantener a ralla el flequillo. Ahora viste con pitillos ajustados, con Vans y camisetas básicas. Ya no es aquel chico enamoradizo que sufría por amor, no. Ahora es un Vividor Follador. Ahora tiene esa barba rubia por todo el mentón, tan corta como adorable. Ya no mira con vergüenza, ni sonríe de forma dulce. Ahora podría dejarte embarazada con una de sus miradas o una de sus sonrisas, es un seductor de primera clase. Ya no tiene miedo de llamar la atención, y tampoco se esconde al tocar el bajo; Ahora lo disfruta, habla y se ríe en cada actuación, y dice lo que piensa. Ya no le importa lo que digan de él. Sigue conservando ese extraño afán por todo reptil... Y ahora se ha ido a la jungla. Ya no le asustan los retos, ni las promesas. Se dejará la piel por cumplir aquello que un día te dijo y hará lo que haga falta por demostrar que no es menos que nadie. Sigue igual de feo, con su pelo rubio dorado hacia arriba, esas caras extrañas, esos labios finos, esa sonrisa torcida, sus ojos color mar, sus manos nerviosas. Pero al fin y al cabo, nadie podrá hacerle ser una persona opuesta a sus principios. Ya que si algo tiene claro, es que las personas menos insignificantes pueden hacer grandes cosas. Bueno, eso y que Zucky es el lagarto más guapo del mundo.
Felices 24.

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