Na na na.

Prometo que ya nada es lo que era antes. Y no me refiero a los aspectos de los que ya he hablado otras muchas veces, no, no quiero aburrir a nadie. Ya no es que todo haya cambiado en prioridades, modas, formas de ser y formas de vivir, Va mucho más allá. Tan tan allá que creo que no llegaré a entenderlo nunca. A pesar de que sigo sin entender como puede ser más sexy una chica de 1.70 de 48 Kg que Marilyn Monroe, como puede ser el hombre lo mejor de lo peor y lo peor de lo mejor, algo que nunca lograré asimilar es cómo pueden llegar a mezclarse las lágrimas con las sonrisas. Cómo un gesto creado únicamente para limpiar la superficie del ojo, puede llegar a expresar tanto. Y como una curvatura labial puede aparentar tanto, escondiendo y disimulando lo inimaginable. Hemos dominado el arte de la apariencia, y aun asi, nos confundimos entre nuestras propias realidades.