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lunes, 28 de noviembre de 2011

Lost in Stereo.

¿Por qué? Solo respóndeme a eso. Estaba perfectamente bien, con mis fantasías y mis cosas, y de repente, apareces y lo cambias todo de lugar. Joder, que no me mires con esos ojos verdes casi pardos. Que me encantan. Que no me sonrías arqueando las cejas, no me hables de esa forma, ni te peines asi. ¿No te das cuenta de que me tiemblan las manos? Es como una habitación que acababa de ordenar, dejando cada cosa en su lugar de preferencia, cada estante, cada cajón, barriendo lo olvidado y limpiando lo que sobraba. Y vienes tú y ala, Fiesta, todo al traste. Otra vez vuelve a estar todo desordenado, otra vez vuelvo a no poder controlar las tonterías que salen de mi boca, ni pensar con lógica. Lo has cambiado todo de lugar, pero no tienes ni idea. Nunca sabrás que esa sonrisa de lado que se me dibuja la causas tú, o que el hecho de que no pueda mirarte a los ojos más de 10 segundos es porque son demasiado Alucinantes. Nunca sabrás el por qué de que me eche demasiadas veces el pelo hacia atrás, que me humedezca mucho los labios, que mire tanto al suelo, que me ría de cada detalle o de que tenga las manos escondidas en las mangas de la chaqueta. Y cuando encuentre el valor dentro de esa habitación que has puesto patas arriba, quizá te mande indirectas. Mientras, seguirá lloviendo, e Invierno seguirá su curso.

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