.

.

jueves, 10 de marzo de 2016

Jo-der tío, jo-der.

Me reitero en ese comentario incoherente, vehemente, insistente. No es que no pueda evitarlo, es que no tengo por qué hacerlo. Reprimir solo conlleva al acúmulo, y en el pecho ya pesan demasiados "no" que he tenido -hemos tenido- que convertir en sorpresa. Esta vez no voy a callar, me gusta esa circunstancia. Me gusta ese amago, me gusta esa pose y me gusta esa forma de sonreír y de insinuarte. Me gusta esa incitación a todo lo que no puedo hacer. Sigue haciéndolo, sigue.
Porque yo me reitero en ese joder deletreado y silabeado poco a poco al no poder decirlo todo de una.

No hay comentarios:

Publicar un comentario