.

.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Ready...GO!

Ven y destrózame si te atreves. Una risotada en tu cara se me escapa cada vez que te cruzas. Sin ánimo de ofender, pero es que es muy cómico. ¡Vamos! ¡Ármate lo más fuertemente que puedas y enfréntate a mí! No deberías tenerme miedo, ya me has vencido una vez...¿No? Es que, no te entra en la cabeza, eres peor que un burro: aunque me esconda tras mi pelo y evite mirarte a la cara, yo soy más fuerte que tú. Yo sé aprender de mis derrotas, sé sufrir en silencio cuando he de callar y desahogarme justo delante de las personas adecuadas.Y ahí, tú y yo somos muy diferentes. ¡Cómo te gusta montar el numerito y contarle tu vida a quien le importa una mierda! Pues nada nene, usa tus armas de mujer más fuertes y enfréntame. Tengo el leve presentimiento de que te ganaré; soy más atractiva que tú. Quiero pedirte una tregua antes de la gran batalla (la cual estoy segura llegará pronto). Quiero que luchemos como los caballeros de la edad media: limpio y sin trampas. No se valen las sonrisas, ni los guiños, no los besos cerca de las comisuras de los labios, ni los movimientos de flequillo hacia atrás, lo cual nos incluye a ambos. Si tú aceptas, yo acepto. Le reto a un duelo señor ojos verdes.
Un reto del que se arrepentirá de haber aceptado. Un reto del que no saldrá vivo. Un reto que le cambiará la vida. Soy mucha mujer para usted, señor ojos verdes; soy más de lo que usted nunca ha buscado porque soy más de lo que usted merece. Ya me he cansado de mirarle siempre desde abajo. Soy mejor persona que usted, asi que prepárese para la batalla de su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario