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martes, 21 de agosto de 2012

'Es como un vicio que me vence día a día'

Pero de los buenos, es un vicio que a nadie afecta y que a nadie importa. No importa que esté haciendo, si la opción "personalizar" se encuentra disponible, no tendré tiempo de reaccionar antes de pulsarla. No sé por qué, quizás sea una forma de manifestar mis ganas de hacerlo todo a mi manera. De abrir mi mente hacia nuevos puntos de vista, cambiar lo establecido y demostrar que mi opinión y mis métodos son tan buenos con los suyos. Puede ser, ¿Quien dice que no? La verdad es que esa es la respuesta más probable, ya que levo 16 años sometida a sus palabras y sus reglas. Tengo que reconocer que algunas veces, estar sometida no ha sido tan malo, sobre todo cuando me ha librado de problemas o me ha enseñado alguna lección de vida, pero una vez que he aprendido lo suficiente como para sobrevivir sola, no aguanto más que me esté dando órdenes, que me mande callar o que imponga su palabra sobre la mía. Yo también tengo derecho a equivocarme, por eso quiero poder tomar mis propias decisiones y experimentar por mí misma. Quiero tener la responsabilidad suficiente como para acarrear con las consecuencias de mis actos yo sola, sin que mi madre tenga que resolver mis problemas; pero no puedo lograrlo si no me deja salir al mundo. No tengo nada que esconderle, nada de que avergonzarme ante ella, pero mi deseo de privacidad e intimidad vienen dados debido a su maniático control sobre todo lo que hago. 

'Déjame experimentar, mamá'. 'Déjame ser libre'. 'Deja que descubra quien soy'. 'Deja que me haga un mujer de verdad, sin miedo'. 'Deja de exigirme objetivos que ni siquiera tú puedes cumplir, mamá'. 'Deja que sea yo, y no tú'. 


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