.

.

sábado, 14 de enero de 2012

Y final del cuento.

Plof, has explotado la burbuja que tú mismo hinchaste, en la que tú mismo me metiste. Se te acabó el papel de príncipe azul, ahora interpretas el de Capullo. ¿Que te has apuntado a teatro? Bien, ojalá seas igual de buen actor que en la vida real, so cerdo. Tú lo que estás es enfermo, que tienes un complejo de llamar la atención y de meter mierda que no te cabe en el cuerpo. ¿Pero de qué coño vas? ¿Te crees que puedes hacer esto e irte de rositas, y encima salirte con la tuya? No guapo, no, a mi otra vez no me engañas. Y a ella tampoco, que tu historia nos la sabemos ya. Que lo has hecho muy bien, he de reconocerlo, has interpretado un gran gran papel. Primero me hipnotizas con tus perfectos ojos verdes, y me mandas indirectas, tan directas como las que yo te mando a ti. Me dices de quedar, casi te lias conmigo, haces que me quede mirándote como si no hubiera mañana, y luego, ¿te vas con una de mis mejores amigas? Zás. Te ha rechazado. Me prefiere antes que a ti. Le importan más nuestros 12 años de amistad que tu pestañear y tus palabras. Que pro cierto, son todo mentiras. Pues ahi lo tienes. Has tenido la oportunidad de que YO hiciera lo que pidieras, y no puedes decir que no, y la has malgastado. Más ocasiones no van a haber. Adios, gracias por haber pasado por mi vida, siempre serás ese Capullo que casi me da mi primer beso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario