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jueves, 4 de febrero de 2016

Y al final

Me voy a acabar ahogando.
Yo sola un poquito.
Entre todos el resto.
Y con un empujón , de cabeza al fondo. Qué bonito tiene que ser caer de pie -ser un gato- y ver en el fondo negro que se ciñe sobre los ojos, sobre la cintura, el pecho y los tobillos y reposa sobre los hombro. Ojalá tuviera fluorescencia, y pudiera emitir en el visible (estoy segura de que ya emito en el infrarrojo).
Esto no es una advertencia, mucho menos iba a ser una amenaza, mis declaraciones de libertad hoy van firmadas en nombre del miedo que le tengo en realidad a ser completamente libre. 

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