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lunes, 20 de febrero de 2012

I do.

No es necesario que sea un gran día, ni que pille en fin de semana. No es necesario que te arregles mucho, ni que prepares discurso alguno. No es necesario tampoco que lleves tu mejor ropa, ni tu mejor peinado. Es necesario que estés. Qué salgas y triunfes. Así de simple. Triunfar, sí, triunfar. Pero no digo ligar, ni encontrar novio o novia, ni emborracharte, ni ser el que mejor baile o cante o vista; Digo triunfar. Y cuando digo triunfar digo salir ahí, hacer lo que mejor se te da y gustarle al mundo. Nada más. ¡Es así de fácil! ¿Por qué le damos tantas vueltas a todo? ¿Por qué nos empeñamos en ser los mejores en todo, en saber hacer un poco de todo? No merece la pena. Puedes tocar "bien" la batería, el bajo, la guitarra, el piano... Pero si decides formar un grupo, no podrás hacer, al fín y al cabo, más de dos cosas a la vez. Si te especializas en uno de ellos, podrás encontrar a alguien con las otras especialidades, y juntos, formar algo grande
¿Y a qué esperas? Levántate y mira el sol, nadie lo hará por tí. Abre los ojos. Nadie hará nada por ti a cambio de nada, y ciertas cosas, mejor hacerlas uno mismo, ya me entiendes.

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