1. No sé decir 'te quiero' sin miedo, porque se quiere, se quiere con toda el alma y sin escudos. No se puede querer a medias, ni en dos horas ni en mil años. ¿Cómo se quiere a alguien? ¿qué clase de contrato firman nuestros cuerpos justo después de un te quiero? Una deuda infinita. Un minuto basta para querer a alguien, pero ni tres milenios extinguen el cariño; porque donde un día ardió siempre hay cenizas.
2. La peor manera de matarme sería obligarme a no pensar. Nadie puede hacer eso a día de hoy, pero si alguien tuviera alguna vez ese poder podría acabar con mi vida ya que la tendría en sus manos. Yo soy mi peor enemigo, la persona que más puede torturarme, pero escucharme es una de las cosas que más me reconfortan; como si pudiera escuchar mi latir, como el sonido de los cristales rotos contra el suelo. Podría herirme con tan solo una idea, podría resucitarme con esa misma idea. Acallar lo que llevo dentro sería una cruel venganza contra mí.
3. Transparente como el agua aun busco candados para cerrar mis ojos y obligarles a guardar silencio cuando mi voz decide esconderse.
4. Predecible, muy predecible. Un 'paquí, pallá' y un par de rampas. Cuando me abro completamente a las personas es muy fácil esperar mis ataques, pero ven y atrévete a jugar conmigo a un juego de estrategia y haré que aprendas lo.que es el miedo.
5. "Eres música"
6. Como un barco que atraca en buen puerto, como las olas contra el acantilado, como los tornados que destrozan kilómetros y lo renuevan todo. Somos la peor mezcla posible, los extremos más opuestos. La razón de un nuevo miedo, la superación de una lágrima, el poder de acunar la risa con cariño y hacerla crecer en el pecho. La mejor deuda. Estrellas. Lunas sin planetas a quien seguir, astros aun más independientes; una de las tres razones secretas por las que sacrificar todo lo que tengo sin miedo a perder. Lágrimas que me queman más que las propias, la familia que he podido elegir sin lazos de sangre.
7. La experiencia hecha carne, mis errores, mis caídas, un mundo que mostrarle de la mano; el deseo de verle crecer y el orgullo que no puedo describir, mi hermano.
8. ¿Y qué si bailamos? La música sigue sonando y el mañana aun no ha llegado.
9. Ante todo mala consejera. Eternas disculpas al mundo por las sonrisas vacías en compensación de miradas llenas.
10. Muerte súbita consecuente del dulce placer y las resacas de veneno.
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martes, 10 de septiembre de 2013
Y de hecho yo también sé hacerlo.
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