Hoy tengo la necesidad imperiosa de hablarte y contarte todo lo que pienso. Esta tarde he juntado -me han obligado a juntar- toda nuestra historia. He contado como ha sido todo desde que nos conocimos hasta hoy. Y es bonita, al menos el principio. Los comienzos parecen los del típico cuento de hadas que siempre acaba asi, pero luego avanzo, y las lágrimas me caen por la cara al relatar el resto de la historia. Por cierto, tengo que felicitarte, es muy guapa. Sí, me refiero a tu novia, es alta, delgada, y se la veía bien. Te felicito, de veras. Espero que seas muy feliz con ella, y que lo paseis bien. Sinceramente, prefiero llorar por ti mientras que tu seas feliz.
Agg, como te odio, me has hecho decirlo. Me has hecho reconocerlo. Has logrado que me arrastre. Y necesito hablarte, necesito hablar contigo, en persona, aunque sea para que me mandes a la mierda, pero necesito oir tu voz. Y lo necesito muchísimo, demasiado, tanto que me asusta.
Hoy no tengo nada más que contarte, exceptuando el detalle de que te necesito aqui conmigo, para que me digas que todo está bien, que nada ha acabado, y que volverás a decirme que te gusta como te saludaba. Necesito otro de nuestros "Wé!" para sonreir. Y no que vinieras, me comentaras un estado y me volvieras loca.
Adios, volveré a escribirte.
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