Pero jamas dejaría que esas palabras fueran tecleadas. Cuando ese sentimiento anida en mi estómago, crece a tal velocidad que solo las transmisiones neuronales nerviosas pueden seguirlo, y entonces mis nervios se coordinan y solo mi mano puede responder; créeme, no es que no quiera escribirlo, es que solo escribiéndolo en papel soy capaz de dejarlo salir. Si no me vaciara de vez en cuando ya habría abandonado.
La versión que conoces de mí es tan subjetiva que no estoy segura de que se corresponda con lo que soy de verdad, pero quien me conoce sabe que solo el papel dice siempre la verdad, no matter what. Conóceme a tu forma. Imagina cómo soy. ¿Cuanto conoces? Haz una porra.
Conocer los secretos de alguien no es conocerlo, al menos no del todo.
Haz una nueva porra.
Haz una nueva porra.
Creo que siempre me decepcionó que no supieras leerme, leer en mí; pero cómo pedirte un C2 de un idioma del que apenas posees el B1. Ya me estoy yendo otra vez, pero lo que quiero (quizá necesito) es que entiendas que lo inaccesible que hay en mí está mucho mejor así, inaccesible, de forma que no puedas decepcionarte.
Pero este no es un manifiesto doloroso. Ni siquiera de rebeldía o rencor. Este es un manifiesto de aviso y vacío, y no será el último.
3:23 am
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