Se que te avergonzarías de mí si me vieras ahora mismo, y lo sé porque esto no es lo que enseñaste, y mucho menos lo que querías. Lo sé porque tú eras fuerte, mucho más que yo, y porque tu manera de andar siempre sacaba a relucir el orgullo de mujer que fuiste.
No creas que no te echo de menos, el hecho de que no te escriba tan a diario como me gustaría es más que nada egoísta, entiende que me cuesta recordarte y mantenerme firme.
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