Me he atormentado durante mucho tiempo temiendo no ser eso que apruebas, eso que admiras. Intentando que me admiraras solo porque yo te admiraba a ti. Pero he decidido que ya está; ya no más. No es la primera vez que digo que ya estoy bien y que no me importa nada; esta vez es diferente porque me estoy diciendo a mí misma que no hay nada que no me importe y que 'bien' no es suficiente. Si duele, me reiré hasta de como se mueven las nubes, y lloraré solo cuando esté conmigo. No más rencor. Lo hecho, hecho está; no me arrepentiré de nada de lo que ha pasado (porque si aquí nadie se arrepiente, yo no voy a cargar con la culpa de nadie) y actuaré solo de aquella manera que me haga estar más que bien. No puedo borrar los recuerdos ni lo que me provocan, pero nadie me impide arrinconarlos y enfrentarlos.
"No valeis nada. He crecido, he madurado y ya sois extraños para mí. Nada de ángeles y demonios en mis hombros diciéndome que soy víctima de algo y que la venganza es la salida, no más mentiras, es hora de ser valiente y no mirar atrás con rencor"
Toda gran elección supone una gran pérdida, hoy elijo perder eso que tanto he buscado para elegirme a mí. El rencor no me aporta nada, y paso de consentir los cambios repentinos de humor cuando veo algo que no me gusta; me he acostumbrado y lo he aceptado.
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miércoles, 9 de octubre de 2013
Hoy es el día de dejar de quejarse.
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Si esto va a ser asi, felicidades.
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