.

.

martes, 20 de marzo de 2012

Just tell me why

¿Por qué? Solo respóndeme a eso. ¿Qué viste en mi que te hizo pensar que podías hacerme eso? Creo que nunca lo entenderé.

I'm running from a warzone.

Y un día te levantas y ala, pa'lante. Y te das cuenta de lo que te gusta en realidad, de que has nacido para eso, de que se te da realmente bien y que si te pones no hay nadie que te pare.
Y te dan una guitarra y sientes que vuelas, que los dedos se te van solos, que aprendes solo, que no te hace falta nadie más, pero que cuando te juntas con más gente, la armonía es perfecta. Y paras y te preguntas ¿Y para qué más? Lo único que me queda es avanzar, y olvidarme de lo que me haga daño, quedarme con todo lo bueno y, pa'lante, como los de Alicante,

Because a girl like you is imposible to find.

No todos los príncipes van en caballo.

Algunos ni siquiera merecen el título. Algunos no llevan corona, ni tienen los ojos azules, ni tienen princesa. Algunos simplemente tienen los ojos verdes, muchos lunares, y van de rana en rana. O van a clases de teatro. Algunos príncipes no aparentan ser lo que son en realidad, y actúan como verdaderos capullos. Algunos dominan el don de la palabra, pero otros dicen lo menos oportuno, en el momento menos adecuado. Algunos tienen sonrisas perfectas, y van siempre perfectamente peinados, pero otros sonríen de lado, y tienen ese aire despreocupado que hace que vayan bien hasta despeinados.
Sin embargo, por muy capullo que sea, seguirá siendo príncipe, mientras que yo lo sienta asi. Mientras que siga sin poder mirarle a los ojos, mientras que sonría y llore a la vez cada vez que piense en él, mientras que siga siendo importante para mí. Príncipe de sangre roja, y ojos verdes, pero príncipe al fín y al cabo. Príncipe para mí, ante mis ojos. Príncipe que algún día pasará a ser un tío normal y corriente, pero siempre un tío que me matará cada vez que me mire.

sábado, 17 de marzo de 2012

Objetivo conseguido.

Ya no solo has logrado que te odie, has logrado también que me odie a mi misma por quererte tanto. No se si "querer" es la apalabra o no, solo sé que me odio a mi misma por seguir tan colgada de ti después de todo. Me odio por haberte perdonado, por haber muerto lentamente cuando me has mirado, por comerme la cabeza desde que nos cruzamos la semana pasada. Me odio por no poder autoconvencerme, por tener que reconocer que me gustas tanto como el primer día, o incluso más. Te odio por ser como eres. Por tener esos ojos, que me pueden, por tener un lunar el la comisura izquierda encima del labio, y otro debajo, por ser asi de machista solo por picarme, por tu sonrisa. Te odio por tener esa voz, esa forma de hablarme, esa forma de caminar, por contarme tus cosas, por cada "te quiero" que me has dicho. Te odio por hacer que cada conversación contigo sea inolvidable, por hacerme sonreir. Y por hacerme llorar. Por llegar sin que nadie te llame, conquistarme con un pestañeo y desordenar todas mis ideas y preferencias. Pero si yo estaba perfectamente bien antes de que aparecieras, no me iba mal. Y por un lado, desearía que nada hubiera pasado, pero por otro, es algo demasiado grande para olvidar en un par de semanas.
Te odio por hacerme imprebisible. Te odio por no poder mirarte a los ojos sin romper a llorar, por el comentario menos adecuado en el momento menos adecuado, y por tu sonrisa de después. Te odio porque justo después de decirte adios, tenga que romper a llorar porque no me tengo en pie. No me preguntes si te he perdonado, o si te perdonaré algún día porque ya sabes la respuesta.
 "Estoy bien, perfecta, simplemente yo soy así, seria"
Mentira.
Mentira, Mentira, Mentira. Mentira todo.
Mentira que esté bien, estoy peor que nunca, con la única esperanza de esperar a que desaparezcas de mi cabeza.
Mentira que esté perfecta, por tu culpa se me ha corrido el maquillaje. Por hacerme llorar.
Mentira que yo sea seria. Venga ya, si estoy todo el día sonriendo. Tengo la gracia en el culo, pero me paso todo el día haciendo chistes malos, intentando ver el lado positivo. Nunca me verás seria, o triste, o casi nunca. Plof, magia, ahora lloro. Bien por ti.
Y ya no sé lo que quiero. No sé si quiero saber si tienes novia o no, porque saber que la tienes sería como una patada en el estómago. Y saber que no la tienes sería como si me enseñaran un cielo azul, el más intenso, pero me cortaran las alas. Pues nada, creo que un "gracias" estaría bien. Me voy a llorar, que es lo que me queda.

martes, 21 de febrero de 2012

Creciendo y creciendo.

Venga ya. Ya no somos niños. Al menos no en todo el sentido de la palabra. Cuando éramos niños íbamos pasando por diferentes etapas. Etapas en las que lo dábamos todo, pero al día siguiente estábamos con otra cosa. Etapas que podían llegar a durar mucho tiempo, pero etapas que, al fin y al cabo, acabábamos pasando. Veíamos un juego, y nos encaprichábamos, y no parábamos hasta tenerlo, y una vez que lo teníamos jugábamos con él hasta hacerlo polvo, todo lo que nos durara. O nos daba por vestir de un color, por peinarnos de una manera o por comer una cosa. Por escuchar cierto tipo de música, por hablar de cierta manera. Éramos niños. Y nos gustaban cosas que siempre acabábamos dejando a un lado, aun que al principio pensáramos que era lo mejor de nuestra vida. Sin embargo, cuando crecemos un poco, nos damos cuenta de que nos emocionamos con algo, lo amamos y nos entregamos a ello, pero si nos gusta de verdad, siempre habrá algo latente, aunque sea con menos intensidad. Nos hemos dado cuenta de que tenemos otras prioridades, y queremos ser tratados como adultos. Queremos actuar, y camiar el mundo, pero no podemos lograrlo si tenemos miedo a equivocarnos, si no nos dejan probar. No llegaremos a nada si solo intentamos algo cuando estemos seguros de que saldrá bien, cuando sepamos que las reacciones que obtendremos serán cien por cien buenas. Hemos de tener el valor de enfrentarnos a todo; y lo tenemos. Solo tenemos que sacarlo. Ya no somos niños. Ahora tenemos más fuerza de voluntad, más capacidad de desarrollo y, lo más importante, más rebeldía. Sí, eso a lo que achacan nuestros ataques de mal humor y nuestras formas de expresión. Sin embargo, esa "rebeldía" es la que nos obliga a conseguir algo cuando alguien nos dice "no puedes" "no debes" o "no lo lograrás". La que nos lleva a hacer algo cuando nos lo prohíben. Y es también la que usamos para callar las bocas que no creen en nosotros. Ya no somos niños, no nos cagamos encima. Somos más valientes de lo que mucha gente cree. Dime quien tiene el valor suficiente para meterse en una pelea entre dos de sus amigos sin ponerse de ningún lado, quien tiene el valor suficiente de dejarse llevar por su "rebeldía" y achacar las consecuencias, quien es capaz de soportar tanta presión, quien actúa cuando todo el mundo está parado, quien es capaz de decidirse cuando cada persona le dice una cosa. Y sobre todo, quien tiene el valor suficiente para, sabiendo que es el futuro, prepararse aun más para afrontar lo que le viene.

lunes, 20 de febrero de 2012

I do.

No es necesario que sea un gran día, ni que pille en fin de semana. No es necesario que te arregles mucho, ni que prepares discurso alguno. No es necesario tampoco que lleves tu mejor ropa, ni tu mejor peinado. Es necesario que estés. Qué salgas y triunfes. Así de simple. Triunfar, sí, triunfar. Pero no digo ligar, ni encontrar novio o novia, ni emborracharte, ni ser el que mejor baile o cante o vista; Digo triunfar. Y cuando digo triunfar digo salir ahí, hacer lo que mejor se te da y gustarle al mundo. Nada más. ¡Es así de fácil! ¿Por qué le damos tantas vueltas a todo? ¿Por qué nos empeñamos en ser los mejores en todo, en saber hacer un poco de todo? No merece la pena. Puedes tocar "bien" la batería, el bajo, la guitarra, el piano... Pero si decides formar un grupo, no podrás hacer, al fín y al cabo, más de dos cosas a la vez. Si te especializas en uno de ellos, podrás encontrar a alguien con las otras especialidades, y juntos, formar algo grande
¿Y a qué esperas? Levántate y mira el sol, nadie lo hará por tí. Abre los ojos. Nadie hará nada por ti a cambio de nada, y ciertas cosas, mejor hacerlas uno mismo, ya me entiendes.

martes, 14 de febrero de 2012

Hurricane

"Era una persona realmente mentirosa. Pero nació asi. No puede evitarlo. Aun recordaba la primera vez que mintió. Siempre se le habían dado mal los deportes, y un día le tocó jugar al futbol. No le importaba, pero su amiga se lo dijo a su madre, y, para no quedar mal, le dijo que había marcado un gol. Y nadie la pilló. Su madre la felicitó, le dió su enhorabuena y se quedó como un recuerdo más.Y aquello fué un gran principio. Nadie nunca la delató, y vio que podía hablar, sin necesidad de decir la verdad, ya que nadie la perseguiría por ello. Y perfeccionó la técnica. Habían momentos en los que no sabía qué era verdad y qué mentira, pero simplemente fingía que todo iba bien. Mentía cuando le preguntaban qué como estaba, y decía que bien. Mentía cuando sonreía delante del chico que le gustaba. Mentía cuando decía que no estaba enfadada, y mentía cuando se decía a si misma que nada había cambiado. Y lo perdió todo, se le fue de las manos y no puso soportarlo. Y decidió empezar de nuevo, sin mentiras. Sin darse cuenta de que de esa forma, se mentía a si misma. Se mentía cuando decía que nada de lo pasado importaba, que el pasado no existía para ella, y sobre todo, cuando se decía que no lo volvería a hacer"

lunes, 13 de febrero de 2012

The one that got away

Simplemente le educaron así. Se enamoraba de las palabras. Era como si llevara una venda, oía hablar a la gente, pero no la veía, y se enamoraba, sí, y sufría, sí. Pero nunca le enseñaron a salir con alguien por su físico. Él formó sus leyes y sus criterios, salía con las personas, no con sus cuerpos. Abrazaba a una persona por como le trataba, y besaba a una chica por las palabras que salían de sus labios.

jueves, 2 de febrero de 2012

No necesito canguros.

Tú lo hiciste sola ¿no? Y ella también, y yo no soy menos que nadie. No quiero darte pena de esa manera, eso no es de ser una buena persona. Cuando haces algo sin que nadie te lo pida, una de dos: O tienes cargo de conciencia, o lo haces por GUSTO. No para estar diciendo que menudos problemas tienes. Palos con gusto no duelen. ¿Sabes lo que es enterarte de tooodo esto, por una triste red social? No, que va, tu vives en tu mundo. Y yo estoy encantada, encantadísima de que cuentes cada pequeño detalle de el, de que te pongas roja y te rías,  lo hago con todo el gusto del mundo, nunca me oirás quejarme. Pero yo no soy tú. Y tú nunca harás lo mismo por mí, no de la misma forma.